La economía circular ofrece un modelo que preserva la naturaleza y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, según detalla la ONU en su sitio web. Este modelo se basa en tres principios: eliminar residuos y contaminación; mantener productos y materiales en uso, y regenerar sistemas naturales.
Precisamente es esto lo que ha desarrollado CMPC, compañía que decidió que en la fabricación de los productos como la celulosa, papel tissue, cartón, papel y cartulinas, se buscaría reutilizar el 100% de estos elementos.
De esta forma, la compañía a través de Sorepa - que está presente en doce sucursales a lo largo del país, tres en la Región Metropolitana y nueve en regiones - recupera al año cerca de 250 mil toneladas en Chile, y 800 mil toneladas en todo el mundo, lo que equivale a 21 Estadios Nacionales completos de material reciclado.
CMPC a través de Sorepa cuenta con cerca de 4.500 proveedores al mes a los cuales les retira todo el material para poder reciclarlo, entre ellos, imprentas, retails, industrias, empresas de residuos, bancos, instituciones financieras, entre otros. Estos residuos van a parar a las sucursales de Sorepa en las que se revisa la calidad del material con una ficha técnica que establece los criterios y posteriormente, se dividen en categorías para poder reutilizarlos.
¿Qué se hace con el material?
La compañía reutiliza todos los recortes de cartones, papel kraft, papeles blancos, diarios, revistas, cajas de huevos y de remedios, entre otros, y con ellos vuelve a generar nuevos productos en sus diferentes plantas. Parte importante se traslada en fardos que equivalen a mil kilos cada uno, a la Planta Cordillera ubicada en Puente Alto en la que se crea papel para corrugar. Otros se trasladan a Chimolsa para la generación de cajas de huevos, bandejas de frutas como manzanas y palta, o van a parar a Softys para la generación del papel tissue.
Finalmente, una parte pequeña de reciclaje se destina a la planta en Valdivia para la generación de cartulinas. De esta forma, las producciones se basan en un modelo de economía circular, sin residuos, en que una planta como la ubicada en Puente Alto, consume más de 700 toneladas de material reciclado a diario.