La cantante de 25 años, Demi Lovato, debió ser internada de urgencia el pasado 24 de julio tras sufrir una sobredosis en su casa de Los Angeles. Tras recuperarse, ingresó a un centro de rehabilitación explicando que "esta enfermedad no es algo que desaparece o desvanece con el tiempo".
Según información publicada por TMZ, Lovato le envió un mensaje a su traficante de drogas alrededor de las 04:00 horas del 24 de julio tras participar de la celebración de cumpleaños de Dani Vitale.
El portal especializado asegura que el hombre le entregó oxicodona que, al parecer, estaba mezclada con fentanillo, la misma droga que mató a Prince y Lil Peep. El fentanilo es un poderoso analgésico sintético que es clasificado por la DEA en la segunda categoría de sustancias controladas, que agrupa los medicamentos potencialmente peligrosos y con alto riesgo de dependencia.
Lovato solo habló de lo ocurrido a través de su cuenta de Instagram, en donde agradeció a Dios "por mantenerme viva y bien", y agregó que estaba "eternamente agradecida" por el apoyo de sus admiradores y del personal del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, que le salvó la vida.
