La doble de Milla Jovovich en "Resident Evil", Olivia Jackson, ha estado viviendo una constante agonía desde que sufrió un brutal accidente en el rodaje de la una de las entregas de la saga.
Y es que Jackson casi pierde la vida.
Cuando la película "Resident Evil: The Final Chapter" se estaba rodando, en 2016, la mujer debió protagonizar una peligrosa escena que, según su relato, fue poco prolija.
En medio del rodaje, ella debía filmar una escena de pelea, pero el esto fue cambiado de última hora por Paul Anderson producto de una lluvia que se hizo presente en la zona.
Por lo mismo, se le encargó la tarea de realizar una escena en motocicleta.
De acuerdo al relato de la mujer, ella debía manejar una motocicleta a 64 kilómetros por hora hacia una cámara, la cual sería levantada por una grúa antes de que ella llegara. Sin embargo, esto no sucedió y la cámara fue levantada un segundo más tarde.
Esto provocó que la cámara le cortara el antebrazo y le provocara profundos cortes en su cara que, incluso, le dejó los dientes expuestos. Además, sufrió lesiones en la columna vertebral, las costillas, la cintura escapular, el húmero, la cuenca ocular y el antebrazo.
En ese sentido, la mujer se mantuvo desde 2016 acusando que la producción del largometraje la dejó a su suerte y, por lo mismo, decidió emprender acciones legales en su contra.
A sus 38 años, afirmó que "extraño mi vieja cara, mi viejo cuerpo, mi antigua vida. Me duele mucho tener que vivir con las consecuencias de los errores de otras personas".
La película, en tanto, logró recaudar más de 300 millones de dólares alrededor del mundo. Ante aquello, busca que se le indemnice por daños y perjuicios no especificados; pues, además, ella afirma que luego del accidente no podrá trabajar, nuevamente, como doble de riesgo.
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