Quienes son consumidores de marihuana, o han estado cerca de aquella cultura, han visto cómo cada año se celebra el 4-20 (o 20 de abril). Una numeración que ya es todo un "símbolo" en torno a la yerba.
Por eso es que en este día las redes sociales se llenan de posteos, imágenes y distintas reflexiones sobre el uso y consumo de esta droga, más aún cuando es legal en algunas partes del mundo.
Pero el origen del 4-20 tiene una historia detrás de ella y se sitúa en California, donde un grupo de amigos que eran fumadores de esta sustancia se hacía llamar "Los Waldos".
El inicio
En 1971 un grupo de amigos de la escuela secundaria de San Rafael, en el norte de California, dieron el puntapié inicial de esta fecha. Esto, ya que en otoño de aquel año, se encontraron un mapa dibujado a mano que supuestamente ubicaba un cultivo de marihuana en Point Reyes, al noroeste de San Francisco.
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Los amigos, "Los Waldos", quedaron después de la escuela, a las 4:20, y salieron a la búsqueda de su tesoro. Un botín que finalmente nunca encontraron.
"Fumábamos mucha hierba en ese entonces", dice Dave Reddix o, también, Waldo Dave, en la actualidad un cineasta de más de 60 años.
La popularidad
El grupo de amigos empezó a usar el número 420 (por la hora en que habían agendado su búsqueda) y así lo empezaron a hacer conocidos, amigos y amigos de sus amigos, entre ellos, la banda de rock Grateful Dead.
El término se fue extendiendo entre los fanáticos del grupo, los "deadheads". Más tarde, en 1990, Steve Bloom, editor en High Times, vio la explicación para el número 420 en una hoja volante de la banda.
El personal de la revista, durante mucho tiempo publicación líder sobre la marihuana, empezó a usarlo. Sus reuniones editoriales eran a las 4:20.
Y 20 años más tarde, 420 Magazine, reportó que un grupo rival de los chicos de San Rafael aseguraban ser los inventores del término. Pero "Los Waldos", que le mostraron a High Times cartas y otros objetos para probar que ellos fueron en realidad los inventores, han defendido su versión con vehemencia.
"Somos los únicos con pruebas", dice Steve Capper o, también, Waldo Steve.