Día Internacional del Hombre: ¿Por qué en Chile ellos mueren en promedio 5 años antes que las mujeres?
Este domingo 19 de noviembre es el Día Internacional del Hombre. Socialmente poco conocida, a pesar de que ya tiene 30 años, esta fecha obedece a una propuesta de Thomas Oaster, director del Centro de Estudios Masculinos de la Universidad de Misuri, en la ciudad de Kansas, Estados Unidos, con el objetivo de dar visibilidad a la salud masculina, resaltar las aportaciones de los hombres a la sociedad y promover la igualdad de género, la tolerancia y la paz.
La agenda global de equidad en salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye la brecha de varones y niños con acciones de concienciación. “Aunque en el siglo XXI los hombres sigan disfrutando de más ventajas que las mujeres, esto no se traduce en mejores resultados de salud para ellos”, destaca el organismo.
Misma opinión tiene el médico familiar de Clínica Alemana, Waldo Ortega. “Los hombres en Chile se mueren antes, tienen un perfil de mortalidad y morbilidad (enfermedad) diferente al de las mujeres”, expresa, pero las causas no tienen que ver con sus características orgánica, sino que con sus conductas. Así como los hombres han ido cambiando en una serie de ámbitos, como la corresponsabilidad paternal y sus relaciones de pareja, es urgente que sean más responsables con su salud.
Día Internacional del Hombre: ellos viven 5 años menos
Las estadísticas nacionales muestran que los hombres fallecen más jóvenes. La esperanza de vida para el año 2021 fue de 76.5 años para hombres y para mujeres de 81.4 años, es decir, los hombres viven 4.9 años menos que las mujeres (INE).
Las principales causas de muerte son las cardiovasculares (infarto al corazón y accidente cerebrovascular), cánceres (próstata, estómago, pulmón), accidentes, cirrosis hepática y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En cuanto a las enfermedades más frecuentes según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, figuran: síndrome metabólico (44%), obesidad (28.9%), hipertensión arterial (27.5%), diabetes (10.6%), alteraciones del sueño (30.4%). EPOC en un 16.5% (estudio PLATINO, 2008).
Las enfermedades de transmisión sexual (Sífilis, VIH, Gonorrea, Virus Hepatitis B), han ido en aumento progresivo en los últimos años, especialmente en hombres de 15-29 años, llegando a ser 5 a 6 veces más frecuente que en las mujeres, según ENO, DEIS, 2017.
El doctor Ortega advierte que detrás de buena parte de estos riesgos de salud están dos factores clave; los hábitos como la alimentación, el abuso de sustancias, el sedentarismo, pero también una baja adherencia a los controles médicos.
El problema son los hábitos
“Si de hábitos de salud hablamos, los hombres chilenos tienen rutinas menos saludables que las mujeres”, enfatiza el doctor Ortega. La Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, arrojó que los hombres fuman más (36.7% H v/s 32.5% M), tienen un mayor consumo riesgoso de alcohol (20.5% H v/s 3.3% M), menor nivel de ingesta de verduras y frutas (13.6% H v/s 15% M) y también un alto nivel de sedentarismo, aunque levemente mejor que las mujeres (83.8% H v/s 86.7% M).
En cuanto a la salud mental, el Termómetro de la salud mental en Chile ACHS-UC 2022, informó que los trastornos mentales en hombre alcanzan el 11.9%, destacando entre los principales: el consumo de alcohol (de riesgo), síntomas de ansiedad (15.3%) y de depresión (11.2%).
“La nueva masculinidad representa el deseo de muchos hombres de vivir en una sociedad igualitaria. Gran beneficio tiene por ejemplo la perspectiva más humanizada y vulnerable del hombre, el enriquecimiento de su sensibilidad y empatía también de sus habilidades emocionales se traducen en mejoras en la salud mental, en los vínculos parentales y relaciones de pareja de mayor calidad”, plantea la psicóloga Solange Anuch de Clínica Alemana.
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Sin embargo, en estos cambios de la masculinidad el aspecto de la salud y el autocuidado muestran un rezago, reflexiona el especialista en Salud Familiar, que es importante visibilizar para “lograr un cambio, que puede no solo implicar una mayor esperanza de vida, sino que sobre todo una mejor calidad de vida, con menos enfermedad y sus consecuencias”.
“El desafío en esta materia es que las intervenciones en hombres deben considerar perspectiva de género masculina, considerando los determinantes clave de la salud en esta población y las particularidades sociológicas de lo que significa ser hombre”, finaliza el médico Familiar de Clínica Alemana.