“Mean Girls”, conocida en Latinoamérica como Chicas pesadas, es considerada una de las mejores comedias para adolescentes de la década del 2000. Fue protagonizada por Lindsay Lohan, Rachel McAdams, Amanda Seyfried y Lacey Chabert.
La película está basada en el libro de Rosalind Wiseman y fue adaptada para la pantalla grande por Tina Fey, quien escribió el guion.
Con una duración de una hora y 36 minutos, ‘Mean Girls’ relata la historia de Cady, quien llega a la ciudad tras vivir en África junto a sus padres zoólogos. Ahora deberá adaptarse a una selva mucha más peligrosa, una llena de adolescentes con una serie de estrictas reglas.
Con los años, la popularidad de la película no ha disminuido y sus escenas memorables y personajes han formado parte de la cultura pop. Tanto así, que una de las escenas más recordadas de la cinta es el baile navideño que protagonizan 'Cady', 'Regina', 'Karen' y 'Gretchen' en el Winter Talent Show.
Pero algo que muchos desconocen es el origen de esta escena y cómo pasó de convertirse en un baile ‘subido de tono’ (como estaba escrito en el guion) a algo menos atrevido (como se terminó viendo en pantalla).
Hace un par de años, su director Mark Waters señaló a Entertainment Weekly que la palmada en el muslo que hacen las chicas en medio de la baile casi no ocurrió, pero solo porque la escena en su origen debió ser más ‘atrevida’.
"El momento escrito en el guion –que no supimos descifrar cómo hacerlo, era 'hacer un movimiento de baile sexualmente vergonzoso' (…) fue un gran esfuerzo pensar, '¿Cómo lo hacemos?'", mencionó Waters.
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"Iban a girar y levantar el trasero en el aire", dijo Waters y "luego me lo mostraron, y yo quedé como, '¡Vaya, eso es demasiado! Hagamos otra cosa'".
Fue durante los ensayos posteriores de la coreografía cuando nació la ahora conocida "palmada en el muslo". "Así es como se nos ocurrió esta idea de 'hagamos esta palmada en el muslo estilo stripper simultáneamente', y surgió de los ensayos de forma orgánica, lo que terminó siendo la parte más divertida de la escena", sostuvo Waters.
Pero esto no fue todo, ya que la edad de Lindsay Lohan también fue una complicación. Debido a que la actriz tenía solo 17 años, no se podía elaborar una coreografía ‘muy sexy’.
"Tuvimos una verdadera lucha para encontrar tiempo para hacer la coreografía", contó el director.
"Contratamos a una coreógrafa; iba a ser un baile mucho más elaborado. Y luego, como no pudimos ensayar con la bailarina, terminó siendo un poco más rudo y un poco más desordenado de lo que pretendíamos, pero eso terminó siendo lo mejor. De hecho, podemos hacer esto de verdad y hacer que se sienta desordenado como debería [para los adolescentes de secundaria]. Eso funcionó para la película”, cerró.
