Estudio asegura que comer mantequilla no es tan dañino como pensamos
Seguramente varios de nosotros coincidimos en que la mantequilla forma parte de los "alimentos prohibidos" a la hora de llevar una alimentación sana y equilibrada.
El clásico "pan con matequilla", tostado y calientito es una tentación en la que no deberíamos caer dado su alto contenido en grasas saturadas.
Sin embargo, hay un estudio dado a conocer este viernes que desmiente o aclara esta información. De acuerdo a una investigación publicada en la revista científica Plos One, la mantequilla no aumenta ni la mortalidad ni el riesgo de un ataque cardiovascular.
Es más, parece reducir el riesgo de diabetes tipo 2, aunque sus beneficios para la salud son inferiores a los del aceite de oliva.
Como explica Dariush Mozaffarian, director de esta investigación, consigna ABC, "en su conjunto, nuestros resultados sugieren que la mantequilla no debería ni ser ‘demonizada’ ni considerada un ‘retroceso’ en el camino hacia un buen estado de salud".
La explicación
Para llevar a cabo la investigación, los investigadores analizaron los resultados de nueve estudios llevados a cabo con la participación de un total de 636.151 personas de 15 países y en los que se registraron –el período de seguimiento conjunto se elevó hasta los 6,5 millones de personas-año– 28.271 muertes, 9.783 casos de enfermedad cardiovascular y 23.954 nuevos diagnósticos de diabetes tipo 2.
El consumo promedio de mantequilla se estableció en 14 gramos diarios –más o menos el contenido de una cucharada–. Sin embargo, muchos de los participantes llegaron a triplicar esta cantidad, aunque parece que este abuso no repercutió negativamente sobre su salud, ni siquiera a largo plazo. Y es que según muestran los resultados de la nueva investigación, el consumo de mantequilla tuvo un efecto insignificante, cuando no simplemente nulo, con la mortalidad y el riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares.
¿La sorpresa? Los hallazgos también sugieren que el producto podría prevenir, aun ligeramente, el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Aceite de oliva: la mejor alternativa
Como explica Laura Pimpin, co-autora del estudio, "nuestros resultados sugieren que la mantequilla podría ser un alimento a ‘mitad de camino’, pues es una opción más saludable que el azúcar o el almidón que se encuentran en el pan blanco o las patatas en las que habitualmente se pone la mantequilla y que se asocian a un mayor riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular".
Según indica la experta, el aceite de oliva sería la "grasa de mejor calidad" que podríamos utilizar a la hora de freír nuestros alimentos. Incluso, es posible untar en pan con un ligero toque de aceite y así aprovechar todas sus propiedades.
Laura Pimpin defiende este producto, argumentando que "el aceite de oliva extra virgen reduce el riesgo cardiovascular cuando se compara con la mantequilla, los azúcares o el almidón".
El caso de Finlandia
Lejos de las dietas sin grasas, muchos finlandeses optan hoy por alimentos ricos en calorías, para disgusto de los nutricionistas.
Según reporta la agencia AFP, numerosos finlandeses que dan la espalda a los regímenes alimenticios sin grasas y la comida industrial transformada, privilegiando los productos ricos en materias grasas, que consideran más auténticos, a pesar de los consejos de los expertos.
En consecuencia, el consumo de mantequilla y quesos ha aumentado considerablemente en los últimos años en el país.
Los finlandeses consumieron una media per cápita de 17,5 kg de queso y 2,5 kg demantequilla en 2007, contra 26 kg de queso y 4 kg de mantequilla en 2014, según estadísticas del Instituto de Recursos Naturales finlandés.