En el extremo sur de Union Square, en la ciudad de Nueva York, se encuentra Metronome: una gran instalación de arte contemporáneo. En ella, una gran pantalla LED horizontal que muestra una extensa serie numérica.
Para muchos neoyorkinos, esta instalación nunca ha tenido un significado claro. Y eso que ha estado ahí desde 1999.
Las teorías más populares en torno a estos números que cambian cada segundo son varias, pero una es la que se lleva las preferencias de los crédulos: se trataría de la deuda nacional de Estados Unidos.
Para otros, sería la muestra de cómo crece la población Mundial en tiempo real.
Y para los más apocalípticos, se trataría del reloj del fin de Mundo, el cual cuenta las horas para que el Universo desaparezca, y junto con él, nosotros.
No es ninguna de las tres opciones anteriores, pero la última se acerca bastante: es un reloj.
Un reloj que muestra en el mismo display, la hora actual y también, cuántas horas quedan para que se acabe el día.
De derecha a izquierda se muestra hora, minutos, segundos y milésimas de la hora actual atómica; de derecha a izquierda, se muestran las horas, minutos, segundos y milésimas que faltan para que acabe el día.
Esta puesta en escena es una obra de arte pública montada por Kristin Jones y Andrew Ginzel en 1999. Para ella se invirtieron 4,2 millones de dólares. Ha sido una de las obras de arte público más caras de la historia encargadas a un sector privado.
La obra también cuenta con un agujero que durante determinadas horas del día emite vapor.