A más de 13 años de su fallecimiento, editorial Alfaguara publicará durante el mes de noviembre una novela inédita de Roberto Bolaño. "El espíritu de la ciencia ficción" se llama lo nuevo del fallecido escritor chileno, un trabajo de 256 páginas que cuenta las andanzas de dos poetas latinoamericanos, Jan y Remo.
Los escritores, "perdidos en una azotea de una ciudad monstruosa —el México DF de los años setenta—, obsesionados con la poesía y, sobre todo, con la ciencia-ficción, están dispuestos a ganarse la vida con la literatura. O ya de plano, a sacrificarla o a perder la cordura por ella".
"Una pesquisa de carácter literario, la rebeldía, el deseo, la iniciación sexual y los sueños se entrelazan en un relato fragmentado, plagado de historias a medio camino entre la postal onírica y la escena realista, para dar cuenta de la convulsa juventud de una generación sedienta de revolución, que intenta cumplir la vieja promesa de vanguardia de aunar arte y vida".
ABC adelantó el arranque de "El espíritu de la ciencia ficción" (que a las librerías de España llega el próximo jueves 3 de noviembre, mientras que a las de Chile también alrededor de esa fecha) y en T13.cl te mostramos el comienzo:
—¿Me permite hacerle una entrevista?
—Sí, pero que sea breve.
—¿Ya sabe que es usted el autor más joven que ha ganado este premio?
—¿De verdad?
—Acabo de hablar con uno de los organizadores. Me dio la impresión de que estaban conmovidos.
—No sé qué decirle... Es un honor... Me siento muy contento.
—Todo el mundo parece contento. ¿Qué ha bebido usted?
—Tequila.
—Yo, vodka. El vodka es una bebida extraña, ¿no cree? No son muchas las mujeres que lo tomamos. Vodka puro.
—No sé qué beben las mujeres.
—¿Ah, no? En fin, da igual, la bebida de las mujeres siempre es secreta. Me refiero a la auténtica. Al bebercio infinito. Pero no hablemos de eso. Hace una noche clarísima, ¿no le parece? Desde aquí se pueden contemplar los pueblos más lejanos y las estrellas más distantes.
—Es un efecto óptico, señorita. Si se fija con cuidado observará que los ventanales están empañados de una forma muy curiosa. Salga a la terraza, creo que 20 estamos justo en medio del bosque. Prácticamente sólo podemos ver ramas de árboles.
—Entonces esas estrellas son de papel, por supuesto. ¿Y las luces de los pueblos?
—Arena fosforescente.
—Qué listo es usted. Por favor, hábleme de su obra. De usted y de su obra.
—Me siento un poco nervioso, ¿sabe? Toda esa gente allí cantando y bailando sin parar, no sé...
—¿No le gusta la fiesta?
—Creo que todo el mundo está borracho.
—Son los ganadores y finalistas de todos los premios anteriores.
—Dios santo.
—Están celebrando el fin de otro certamen. Es... natural.