Las enormes estatuas de bronce que son la "mayor" exportación de Corea del Norte
¿Qué puede exportar Corea del Norte que realmente atraiga la atención del mundo entero?
Arte. Y en proporciones titánicas.
Las noticias que llegan desde el país más hermético del planeta por lo general están relacionadas con las excentricidades de su líder, el joven Kim Jong-un, y sus decisiones políticas: supuestas pruebas con bombas de hidrógeno, purgas internas, denuncias por violaciones a los derechos humanos, etc...
Pero te sorprendería saber que Corea del Norte es conocido también por creaciones artísticas por encargo.
¿Qué tal un mural, un tapiz o un simbólico mosaico pintado con polvo de piedras semipreciosas?
¿O tal vez algo más imponente, como una enorme escultura de bronce para conmemorar la gesta de algún líder o un libertador, el que sea de tu preferencia?
Para todo esto, el estudio de arte Mansudae está abierto a recibir pedidos.
Fundado en 1959, Mansudae se convirtió en el proveedor de algunas de las obras más significativas de la propaganda del régimen norcoreano: las enormes estatuas de bronce del padre del país, Kim Il sung o los murales y carteles que hacen parte de la decoración en las procesiones militares.
Todo hecho por un grupo de 4.000 artesanos.
"Está ubicado en el corazón de Pyonyang, en el distrito de Mansudae, de ahí recibe su nombre", le dijo a BBC Mundo Luigi Cecioni, quien es el representante de la fábrica en el mundo.
"De hecho es más un estudio que una fábrica, tal vez el más grande del mundo", señaló.
Aunque su último trabajo fue para la familia italiana Benetton, famosa por sus tiendas de moda, la mayoría de los pedidos que llegan a Mansudae provienen de África.
No alineados
La exportación de este arte de estilo directo, firme y autoritario comenzó a principio de los años 80, como un regalo diplomático a los países socialistas o no alineados de parte de sus hermanos de Corea del Norte.
Uno de sus primeros trabajos fue la estatua del líder de la independencia de Mozambique, Samora Machel.
Y en los últimos años se ha convertido en una fuente directa de divisas internacionales, con artistas norcoreanos del Mansudae Overseas Projects (la rama internacional del estudio) trabajando en Angola, Benín, Chad, la República Democrática del Congo, Etiopía y Togo.
Medios en Zimbabue reportaron que existen dos gigantescas esculturas de Robert Mugabe almacenadas en una bodega listas para ser instaladas una vez muera el líder de 91 años.
También es famosa la escultura del Monumento al Renacimiento Africano, ubicada en Dakar, Senegal, que fue diseñada por el escultor Pierre Goudiaby y terminada por los artesanos de Mansudae.
De acuerdo a varios medios africanos, el estudio norcoreano ha recibido decenas de millones de dólares con este tipo de trabajos.
Ya no se hacen como antes
El arte norcoreano parecer ser del agrado de los líderes africanos por dos razones.
Primero, porque el precio es correcto. Senegal pagó por una escultura de 49 metros de alto con tierras, que los norcoreanos de inmediato pusieron a la venta y convirtieron en efectivo.
La exportación de las estatuas se ha convertido en una de las mejores formas de obtener divisas extranjeras para Corea del Norte.
Y segundo: el estilo.
"Los rusos y los chinos ya no hacen más este tipo de cosas", le dijo a la BBC el crítico de arte William Feaver.
"Su atractivo está en la obviedad y, por supuesto, el tamaño es todo. Funciona como parte del proceso de construir una nación. Ya lo hicieron los estadounidenses con la cara de los presidentes en el Monte Rushmore, como una de forma de insertarse, como una joven nación, en el concierto del mundo", agregó.
Basta mirar proyectos recientes. En las afueras de Windhoek, la capital de Namibia, se puede apreciar el enorme monumento a los héroes de la independencia del país africano, que también fue levantado por los artesanos de Mansudae y es llamado "El terreno de los héroes".
"Es un obelisco que sirve de fondo a una estatua de bronce de 11 metros de altura que conmemora al soldado desconocido, que guarda una enorme similitud con el primer presidente de Namibia, Sam Nujoma", explicó el corresponsal de la BBC Frauke Jensen.
Medios locales afirman que existen dos enormes esculturas listas hechas por el estudio Mansudae para ser levantadas cuando el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, muera.
"No se ven visitantes, ningún turista, apenas un solitario primate que se aleja cuando visitamos el monumento", agregó.
Rasgos asiáticos
El presidente Nujoma tuvo que ver, por supuesto, en la decisión de homenajear al soldado desconocido, así que esto puede ser el caso de matar dos pájaros con un bronce.
Pero sin importar a quién se parezca, al menos el soldado desconocido de Namibia luce como africano.
Cuando el expresidente de Senegal, Abdoulaye Wade, recibió la escultura del Renacimiento Africano en Dakar en 2010 notó que las enormes figuras tenían facciones asiáticas. La escultura tuvo que ser rehecha.
Y no ha sido el único error: la estatua de Samora Machel, expresidente de Mozambique, ubicada en Maputo, no es un fiel reflejo del rostro del líder de la independencia de este país.
El estudio de arte de Mansudae es el único autorizado para retratar a los líderes de Corea del Norte.
Como tampoco el traje que luce la estatura de Laurent Kabila, expresidente de la República Democrática del Congo, que parece hecho por el sastre que viste a la dinastía de los Kim en Corea del Norte y no el del líder africano asesinado en 2001.
"Esas estatuas están hechas para ser derribadas", le dijo a BBC Mundo Adrian Tinniswood.
"Lucen muy norcoreanas. Son una declaración de libertad, pero también de falta de confianza. ¿Dónde están los diseñadores africanos, los escultores africanos quienes representarían mejor la conciencia del continente", señaló.
Mundo envidiable
Pero algunas de esas obras están circulando por las galerías italianas gracias a la acción de Luigi Cecioni.
"Ellos saben mucho sobre el arte clásico. Y aunque encuentran emocionante el arte abstracto y conceptual, no sienten necesario hacer sus obras en estos estilos modernos", dijo Cecioni.
"A diferencia de los artistas en Occidente, no tienen que preocuparse por vender su trabajo, tienen un salario. Son reconocidos y tienen privilegios. Los que conozco parece que tienen una vida feliz, que se sienten parte de algo", agregó.
Pero los artistas de Mansudea no solo sirven para levantar esculturas, sino también para diseñar carteles o mosaicos.
Una visión del mundo en que viven los artistas de Mansudae se puede vislumbrar en la página de internet de Cecioni. Estos artesanos altamente calificados, la mayoría anónimos, parecen trabajar para un bien superior sin interés de ganar dinero, al contrario de lo que ocurre con el mundo del arte en otras partes.
Habitan un mundo que muchos artistas podrían envidiar.
Pero después de todo, si por gusto o por pura ironía, fueras a comisionar una estatua clásica de bronce, de considerable tamaño y en posición asertiva y triunfante, ¿a quién deberías llamar?