La Berlinale 2016 tendrá una mirada retrospectiva
La fecha fue bien seleccionada. Hace medio siglo, en ambas partes de la Alemania dividida se producían acontecimientos extraordinarios en lo que se refiere al cine. En la República Federal de Alemania, directores como Alexander Kluge, Peter Schamoni o Volker Schlöndorf cosechaban sus primeros éxitos internacionales. Hacía cuatro años que se había firmado el “Manifiesto de Oberhausen”, que proclamaba una renovación del cine alemán occidental. Filmes como “Veda para zorros” o “El joven Törless” conquistaban al público más allá de las fronteras alemanas.
En cambio, en la República Democrática Alemana, el quehacer cinematográfico se debatía entre el auge y la censura. Algunos filmes sobresalientes producidos en aquel país fueron proscritos y sacados de la circulación. Entre ellos destacan algunos clásicos que solo pudieron ser vistos después, como “Karla” o “Rastros de piedras”, de directores como Hermann Zschoche o Frank Beyer.
“El año de 1966 fue extraordinario pues se produjeron joyas fílmicas tanto en el este como en el oeste de Alemania, con las cuales e exploraron nuevos caminos artísticos. La retrospectiva 2016 mostrará la clara apertura y el afán experimental en una época de ruptura”, dice Dieter Kosslick, director de la Berlinale.
El festival mostrará del 11 al 21 de febrero del año próximo tanto cortometrajes como filmes de duración mayor. Por primera vez participará en ella el Museo del Cine y la Televisión de la capital alemana, con su propia muestra de películas. Además, se presentará una gran variedad de programas de televisión producidos en 1966.
En cuanto a la retrospectiva, las cintas incluidas serán presentadas a partir de abril de 2016 en Nueva York. Uno de los socios de la muestra es precisamente el Museo de Arte Moderno (MoMA) de la urbe estadounidense.