A 76 años de El Principito: ¿Quién fue la salvadoreña que inspiró la obra?
La inmortalidad y el reconocimiento que obtuvo Antonie de Saint-Exupéry después de la publicación de El Principito se tradujo en el olvido de Consuelo Sencín, la salvadoreña que habría inspirado la obra y con quien el escritor mantuvo un matrimonio complicado.
Posiblemente al leer su nombre nadie conseguirá establecer una relación con nada. Sin embargo, Consuelo Sencín, nacida en El Salvador en 1901, hizo posible la escritura de El Principito.
Detrás de las letras se encuentra ella, quien conoció Antonie de Saint-Exupéry cuando tenía apenas 29 años y estaba viuda y divorciada de dos matrimonios anteriores.
Debido a esto, muchos achacaron a Sencín una fama de seductora, siendo vilipendiada por los círculos de la aristocracia francesa, a los que pertenecía Saint-Exupéry.
La escritora francesa, Marie-Helene Carbonel, fue quien documentó en su libro "Consuelo de Saint-Exupéry, une mariée vêtue de noir" ("Consuelo de Saint-Exupery, una novia vestida de negro"), la biografía de la salvadoreña, quien antes conocer al escritor de El Principito se había divorciado tres veces.
Luego de fracasar en su tercer matrimonio, Consuelo Sencín decidió volver a América, específicamente a Argentina, que fue donde conoció a Antonie de Saint-Exupéry, quien en ese entonces trabajaba como piloto comercial de servicios de mensajería.
En 1931 Sencín y Saint-Exupéry contrajeron matrimonio, a pesar del rechazo por parte del círculo del aviador ante la salvadoreña.
El reconocimiento
No fue hasta el año 2000 cuando el nombre de Consuelo Sencín comenzó a tomar fuerza. En la antesala del aniversario 100 del natalicio del escritor, José Martinez Fructuoso publicó un manuscrito llamado "La memoria de la Rosa", donde Sencín realiza un recuento amargo de los 13 años de matrimonio con el creador de El Principito.
En el manuscrito acusa al escritor por sus constantes infidelidades, malos tratos, también lo cataloga de "egoísta" e "infantil".
"Ella cuenta que él era terrible", dice Marie-Helene Carbonel. "El libro es una confesión sobre su relación, y provocó una conmoción porque Saint-Exupéry era considerado un santo".
La teoría de que Consuelo Sencín fue la inspiración detrás de El Principito es de la biográfa Marie-Helene Carbonel, quien afirma que:
"La rosa es Consuelo; los tres volcanes son los volcanes de El Salvador. Los baobabs son las ceibas a la entrada del pueblo de Armenia, en El Salvador. La rosa que tose es Consuelo, que sufre de asma, que es frágil y por eso está protegida bajo una campana de cristal". "Las otras cinco mil rosas pueden ser las otras mujeres de Saint-Exupéry, pero para El Principito esas rosas no valen nada, la única que vale es su rosa".
"Se ha querido presentar a este libro como un cuento para niños. Pero no lo es de ningún modo. Es un libro que escribió para pedir perdón a Consuelo, es un acto de contrición", dice la escritora francesa.