"Ahora sí, en 2015 me pongo en forma". "Subí más de cinco kilos, tengo que bajarlos de inmediato". "Año nuevo, vida nueva".
Estas frases se repiten una y otra vez los últimos días del mes de diciembre, y con el amanecer de un nuevo año llega el momento de poner en práctica los propósitos que se fueron asumiendo durante las fiestas navideñas.
El problema es que lo que en un principio parece ser una gran idea rápidamente se convierte en una obligación y pronto pasa al olvido.
Uno de los grandes beneficiados de las resoluciones de fin de año son los los gimnasios.
En movimiento
En enero suelen aparecer muchas caras nuevas en los gimnasios y es habitual que haya congestión en las máquinas de pesas, en las cintas de correr, en las piscinas o en las sesiones de grupos.
De hecho, según estudios en varios países occidentales el número de nuevos miembros durante el primer mes del año aumenta considerablemente en comparación con el resto de los meses del año.
En Reino Unido, por ejemplo, según una encuesta de la organización British Military Fitness, 68% de las personas tienen el propósito de ponerse en forma con la llegada del nuevo año y la mayoría de ellas se apuntan a un programa de ejercicios.
Por su parte, la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas en España indicó que en 2013 hubo un incremento entre el 12 y el 15% durante enero, aunque advirtió que el gran auge ocurre en la segunda quincena del mes y las primeras semanas de febrero.
Esta cifra es similar a lo que ocurre en Estados Unidos, si bien la International Health, Racquet and Sportsclub Association (IHRSA, por sus siglas en inglés), organización que agrupa a los centros de ejercicios y salud considera que la tendencia se está esparciendo entre los tres primeros meses del año.
Según una publicación citada por la organización estadounidense, hay elementos que dependiendo de dónde vivan, pueden condicionar a las personas, como el clima o el acceso a ejercicios al aire libre.
También se hace referencia a la época del año, razón por la que un mes como marzo atrae un número considerable de personas que ya están pensando en las estaciones de más calor en el hemisferio norte.
Vuelta atrás
Lo que sí resulta un denominador común es que un gran porcentaje de las personas que dan el paso y se inscriben en un gimnasio no terminan cumpliendo con el propósito fijado en fin de año.
Según el British Military Fitness hay un tercio de nuevos miembros que abandonan los gimnasios cuando termina enero, mientras que en Estados Unidos la cifra puede elevarse hasta un 80%.
El problema que muchas de estas personas habían sumido un compromiso con el gimnasio por unos meses y en algunos casos de hasta un año.
Según la publicación MarketPlace, muchas de las personas no ven el beneficio a largo plazo y se desmotivan al darse cuenta de todos los problemas que conlleva ir periódicamente a hacer ejercicios.
Al ser enero el mes de más concurrencia en los gimnasio es cuando ocurren las mayores deserciones, pero es una tendencia que pasa en otras épocas del año.
En uno de los estudios más recientes que se llevó a cabo en Reino Unido, por la consultora Crunch, los británicos desperdician más de US$50 millones al año en membresías sin utilizar o clases de ejercicio y reducción de peso que nunca atienden.
Según la IHRSA en promedio una persona va al gimnasio unas 54 veces al año, lo que quiere decir un poco más de una vez por semana.
Es por eso que muchos analistas recomiendan pensar dos veces los propósitos de fin de año y una vez que se establezca el fondo saber en qué forma se va a conseguirlos.