Cristián de la Fuente reveló que su casa en Vichuquén se la debe a Felipe Camiroaga
La noche del miércoles, en “De tú a tú”, Martín viajó hasta Vichuquén en la Región del Maule, al lugar donde reside el modelo, actor y presentador de televisión, Cristián de la Fuente, junto a su familia.
Cristián partió contando que Vichuquén es la definición de hogar para él, en dónde están sus recuerdos y dónde su hija fue concebida.
“Vichuquén es mi casa, es donde están nuestras historias, donde están mis recuerdos, donde hemos tratado de que vaya creciendo nuestra familia. Aquí es donde me quiero morir”, declaró.
Asimismo, reveló que ese lugar se lo debe a Felipe Camiroaga porque hace años, cuando Angélica Castro había juntado un poco de plata tenía pensado comprar una casa en la playa. Fue ahí que Camiroaga (que era su pareja en ese momento) la llevó a conocer Vichuquén.
Cristián recordó que él llevaba dos meses con Angélica cuando ella lo llevó a conocer dicho lugar: “Si me gustaba Vichuquén significaba que podíamos seguir en serio, pero si no, iba a haber un problema y era mejor terminarlo antes”, precisó.
Además, agregó que antes, la última vez que estuvo en ese lugar, ella dejó un papel diciendo que cuando volviera lo iba hacer con el amor de su vida. Y en ese momento volvió con él.
Su paso por Canal 13 como actor
De la Fuente aseguró que “ser actor y tener buena pinta es un pecado”. En este sentido, contó que tenía compañeros de actuación que cuando había una mala crítica hacia él, la pegaban en el camarín de Canal 13: “Habían actores y actrices que recortaban críticas mías porque yo era malo, y las pegaban en los camarines para reírse de mí”.
Martin le preguntó si sabía quiénes eran, y él respondió que sí. “Después tuve la posibilidad de darle trabajo a uno, como productor ejecutivo de una teleserie”.
“El gremio de actores nunca me aceptó. Soy muy poco hippie, me gustan las películas de acción. No me gusta ir al cine a ver una película que no entiendo y decir que es buena. No puedo”, aseguró, añadiendo que sus amistades de la época son Fernando Kliche y Gonzalo Robles.
Además, contó una anécdota con el director Miguel Littin, quien lo llamó para que se sumara en “Dawson Isla 10”. En un principio creyó que lo contactaba para pedirle el teléfono de otra persona, pero el director le dijo que lo quería a él para su película.