Francisco Saavedra fue un conductor todoterreno en el capítulo más reciente de "Contra viento y marea" de Canal 13.
El animador llevó a los televidentes a Lampa para conocer la historia de Carina y Cristián, que anhelaban cumplir el sueño de su vida: casarse y hacer feliz a su pequeña hija Dominga, quien, a sus 2 años, sufre una extraña enfermedad genética que no tiene cobertura, diagnóstico ni tratamiento.
Cuando Dominga tenía 10 meses de vida comenzó a experimentar extrañas inflamaciones y erosiones en la piel que le generaban gran dolor. Hasta el momento se desconoce lo que tiene, solo se sabe que es un padecimiento "raro".
Los padres quieren llegar a un diagnóstico más certero, por lo que lograron juntar recursos para los exámenes que le deben realizar a su hija y que son enviados al extranjero. Los resultados podrían tardar seis meses o más.
Mientras tanto, el equipo le regaló una hermosa y gran casa de muñecas rosada a la pequeña Dominga para verla feliz.
Además, "Pancho" tuvo que ponerse gorro y guantes para ayudar a la pareja a vender completos, actividad que realizan regularmente para recaudar el dinero que necesitan para los medicamentos de la niña.
En su historia como novios, eso sí, Carina y Cristián han tenido que lidiar con fuertes conflictos familiares que involucran al abuelo paterno de Dominga. Él no quiere que su hijo esté con Carina y les dio la espalda a la pareja y a su nieta.
Francisco Saavedra lo encaró y se vivió un encuentro de mucha tensión intentando convencerlo de que no era tarde para empezar una relación con su nieta, y de paso, con su nuera. Pero el suegro de Carina, pretendiendo excusarse de querer alguna relación con su nieta, le señaló al conductor de este espacio que "no puede ser tan cínico de amar a una persona que no conoce. Le digo que es cínico en su cara". Finalmente el abuelo, quien se había comprometido a cambiar de actitud e ir al matrimonio de su hijo, no llegó a la ceremonia, causando la pena de Carina.
Por otra parte, los exámanes de Dominga llegaron desde Alemania y se descubrió que tiene un síndrome autoinflamatorio y se sigue en la búsqueda de soluciones para paliar la enfermedad, ya que el medicamento para superar las crisis cuesta $1.800.000.