La industria de los conciertos de música en vivo ha sido una de las más afectadas por el coronavirus. La imposibilidad de reunir a un grupo de personas en torno a un escenario por medidas de cuarentena o prevención ha hecho que productores, músicos y trabajadores del rubro se las hayan tenido que ingeniar durante estos meses para sacar adelante sus proyectos.
En Europa, al menos, ya están buscando fórmulas de resucitar al sector. En España, por ejemplo, los productores del festival Primavera Sound ya celebraron algunos shows al aire libre con bajo aforo y distanciamiento social, pero las imágenes más sorprendentes vinieron dese Newcastle, Inglaterra.
Este martes, el músico de 26 años, Sam Fender, realizó un concierto con importantes medidas para proteger a los asistentes y a los trabajadores.
Cada grupo familiar o de amigos fue separado por barreras de contención y con, al menos, 2 metros de separación con el resto. De hecho, pese a la baja cifra de 2.500 personas en el público, el espacio utilizado en el Virgin Money Unity Arena, de Gosforth Park se extendió como si se tratara de un festival con decenas de miles de fans.
Tanto así que a los asistentes que tenían las ubicaciones más lejanas al escenario se les incluyó en su espacio una plataforma, además de las sillas, para disfrutar del show de una manera más cómoda.
"Estamos encantados de participar en la recuperación de eventos de música en vivo a medida que comenzamos a salir del confinamiento", dijo Helen Page, directora de marketing de Virgin Money.
Los organizadores del concierto de Sam Fender, por su parte, aseguraron que pretenden repetir la experiencia con artistas locales como Maximo Park, The Libertines y Van Morrison.
Además, se irán añadiendo mesas a los respectivos espacios para aumentar la distancia entre grupos de desconocidos y evitar que el coronavirus se propague en estos eventos masivos.