Cómo es la primera granja eólica que flota en el mar y puede revolucionar la industria de la energía
La primera granja eólica flotante a gran escala está empezando a tomar forma en la costa noreste de Escocia.
La tecnología revolucionaria utilizada en este parque eólico permitirá aprovechar la energía del viento en aguas demasiado profundas para las turbinas convencionales, que se paran sobre el lecho marino.
La granja cuenta ahora con la primera de sus turbinas y, a fin de mes, contará con otras cuatro que llegarán a Escocia desde un fiordo noruego.
Bautizada Hywind, el parque es un proyecto piloto que proveerá de energía a 20.000 hogares.
Según señaló Statoil, fabricante de las turbinas, se esperan que estos nuevos gigantescos molinos de viento produzcan una cantidad de energía similar o superior a la de las turbinas actuales.
"Este es un proyecto de desarrollo tecnológico para asegurarnos de que funcionan en condiciones de mar abierto. Es un punto de inflexión en el campo de la energía eólica flotante y estamos seguros de que contribuirá a abaratar los costos", le dijo a la BBC Leif Delp, director del proyecto de Hywind.
Peso pesado
A diferencia de las turbinas convencionales que están emplazadas directamente en el lecho del mar, las turbinas flotantes pueden aprovechar una gran cantidad de zonas del océano que con la tecnología tradicional era impensables.
En esas zonas de mar abierto es justamente donde los vientos son más fuertes.
En esta granja de Escocia las turbinas se mantendrán erguidas a 25 km de la costa de Petershead.
Cada una de ellas mide 175 metros de alto, pesa cerca de 11.500 toneladas y pueden operar en aguas de hasta un kilómetro de profundidad.
Gigantes erguidos
¿Pero cómo hacen estos monstruos tecnológicos para mantenerse erguidos en medio de las violentas condiciones climáticas que puede experimentar el mar abierto?
En parte lo logran gracias a sus aspas.
Estas miden 75 metros (equivalente aproximadamente a la extensión de las alas de un Airbus) y están programadas para mantener a la torre en posición girando, de modo que disminuyan el movimiento del viento, las olas y las corrientes.
Pero también, las turbinas mantienen su equilibrio gracias a un sistema de boyas verticales que se extiende bajo la superficie del mar.
Cada boya está rellena de 8.000 litros de agua marina y balastro para mantener a la turbina en pie.
Si bien el costo actual de cada turbina es muy elevado, Statoil asegura que, en el futuro, podrá reducir dramáticamente el costo de producción de la misma manera que lo hicieron los fabricantes de turbinas convencionales.
"Creo que eventualmente veremos a las granjas flotantes compitiendo sin subsidios, pero, para que ocurra, tenemos que construir a mayor escala", explicó Delp.