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La pandemia de COVID-19 no solo está causando estragos en quienes se enferman, sino también en todas las demás personas que diariamente se enfrentan al miedo al contagio, sin saber qué tanto se verán afectados.
A esto debemos sumarle las consecuencias que las medidas de confinamiento tienen en un ser social como el humano, donde la falta de contacto con sus pares, de ejercicio, de luz de sol y de rutina, entre otras cosas, pueden afectar seriamente la salud mental.
Para resolver las dudas más comunes sobre los efectos de una pandemia como la que estamos viviendo y las medidas de aislamiento social que vienen con ella, en T13.cl conversamos con Susana Saravia, psicóloga de Clínica UANDES.
La psicoterapeuta explica que durante estas semanas pueden aparecer "muchas emociones desagradables, pero no son una amenaza, sino una reacción normal de defensa de nuestra mente ante el peligro".
Saravia explica que en situaciones de estrés pueden surgir reacciones emocionales como la ansiedad, el miedo, irritabilidad, y angustia; conductuales, como el aislamiento, la hiperactividad y dificultades para el autocuidado; cognitivas como dificultades en la concentración o pensamientos contradictorios; y físicas, como el agotamiento físico y alteraciones en nuestros ritmos biológicos.
Además aconseja poner especial atención a los niños, niñas y adolescentes, que pueden experimentar sentimientos de miedo, llanto, irritabilidad, descontrol, oposicionismo, alteraciones del sueño y del apetito, pesadillas, más necesidad de compañía del adulto y síntomas físicos, entre otros.
Para poder cuidarlos, es necesario:
- Que los adultos estén en calma
- Validar los pensamientos y emociones de los niños
- Dar consuelo y seguridad
- Generar espacios que permitan expresar lo que están sintiendo
- Hablar con naturalidad del coronavirus
Para aprender a manejar esta avalancha de emociones negativas y evitar que se transformen en un problema de salud mental mayor la psicóloga recomienda que "sea consciente de sus emociones y sensaciones, reconózcalas, valídelas y conéctese con otros".
"Comparta sus preocupaciones y sentimientos con un amigo o familiar que le transmita seguridad y confianza, le ayude a hacerlas más tolerables y a poder regularlas", agrega Saravia.
Además, la especialista recomienda cuidar el cuerpo y mantener la rutina dentro de lo posible, comer una dieta saludable, hacer por lo menos 20 o 30 minutos de ejercicio físico cada día, y descansar adecuadamente. "Las técnicas de relajación como respirar hondo, estirar sus músculos o meditar pueden ser útiles. El auto cuidado es clave”, complementa la psicóloga.
Para cuidar el estado de ánimo de quienes nos rodean, Susana asegura que "las conversaciones son fundamentales, pues nos permiten manifestar nuestros temores y nuestras angustias, pero se deben evitar las conversaciones recurrentes que crean un clima exacerbado de ansiedad".
"Es importante canalizar con pensamientos positivos las reflexiones que se realizan en conjunto. Conectémonos con mensajes de contención, apoyo y afecto. Además de buscar conductas que nos entreguen seguridad. No olvidar que es un virus que se puede enfrentar con medidas de prevención y que los científicos están trabajando para que menos personas se puedan contagiar", recuerda la psicóloga de Clínica UANDES.
Saravia también sugiere mantener el contacto y la comunicación con el resto de la familia, como los abuelos o amigos a través de una vía remota. "Una llamada por teléfono, video conferencia o escribirles algún mensaje para compartir impresiones y ver que los otros están bien", afirma la especialista.
La psicoterapeuta propone establecer horarios para conectarse, de tal manera que se transforme en una rutina, en la que podemos compartir e involucrarnos en actividades compartidas con otros, como bailar juntos, jugar juegos, o comer en familia.
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