Internet está supliendo muchas formas de entretenimiento a raíz de la obligada cuarentena para frenar el coronavirus en el mundo. Artistas que tocan "on line", películas que se estrenan en "streaming", entrenadores que comparten sus rutinas de ejercicios.
Los bares y discotecas están cerrados en todo el mundo, pero cuando la gente quiera divertirse y encontrarse, nace "Club Quarantine", un club nocturno virtual que apareció en la plataforma de videoconferencia Zoom.
Aquí, todas las noches de cuarentena desde las 21:00 horas hasta la medianoche, cientos de jóvenes se reúnen para pasar un rato divertido que incluye música, baile, disfraces, coqueteo y más.
Según informó The Cut, "Club Quarantine" es una creación de cuatro jóvenes de 20 años que viven en Toronto, Canadá.
El creador digital Mingus, el músico y DJ Casey MQ, el comediante y productor Brad, y el artista de grabación Andrés estaban pasando una noche de video chat en cuarentena en Instagram, cuando se dieron cuenta que podían hacer que más personas se unieran a ellos en Zoom y rápidamente abrieron su grupo a más personas.
Cada vez más se unieron, llegando a crecer de 300 a 400 personas por noche, viviendo en lugares de Estados Unidos, Europa y América del Sur.
Ha tenido tanto éxito que hasta "celebrities" como la supermodelo Kiko Mizuhara y la actriz Hunter Schafer se han unido a la "fiesta". La cantante sueca Robyn o la británica Charli XCX también han apoyado el proyecto y ayudado a darlo a conocer.
Los cuatro pagan Zoom 160 dólares al mes para mantener la fiesta de hasta 1.000 personas a la vez.
"Recuerda beber agua" o "solo para mayores de 19" (en alusión al COVID-19) son algunos de los comentarios (o flyers virtuales) que los creadores publican en Instagram, donde ya tienen casi 30.000 seguidores, para animar a sumarse cada noche al espectáculo virtual.
El Club Q, como lo llaman, tiene muchas cosas a su favor: las personas pueden encontrarse y conectarse, y si encuentran a alguien que les gusta, pueden ir a chats privados.
Pueden beber y bailar, y los DJ vienen a tocar música.
"Realmente nos gusta asegurarnos de que estamos animando a los artistas underground locales que amamos y estamos súper emocionados", dijo Casey.
Por su parte Andrés señaló: "Tenemos mucho de nuestra propia comunidad para elegir. Tenemos una gran cantidad de talento, solo de Toronto. Desde nuestra propia red personal".
Además, les da a los asistentes a la fiesta que están atrapados en sudaderas todo el día la oportunidad de vestirse y verse mejor.
"En estos momentos de incertidumbre, la felicidad contagiosa del Club Q supone una cierta liberación para los jóvenes. La digitalización del club crea un cierto voyeurismo placentero, un sentimiento interno y externo como el de Gatsby", explicó Casey.
Y agregó: "Una vez que entras allí, comienzas a ver a las personas y te enamoras. Es algo así como 'quiero estar en la fiesta'. ¿Qué va a pasar después? ¿Quién va a aparecer después?".