Un escalofriante descubrimiento se realizó en el sótano de la antigua Cervecería Tetley, en Leeds, Inglaterra, donde el Archaeological Services WYAS se encuentra monitoreando por la construcción de viviendas.
Así fue como los investigadores dieron con una pila de cerca de 600 botellas, las cuales tras ser estudiadas arrojaron que estos artículos contenían cerveza en su interior.
Las botellas de cerveza datan de la década de 1880, dijo a The Drinks Business David Williams, gerente senior de proyectos de WYAS. Las etiquetas de procedencia eran variadas, pero la mayoría eran partde de “ J. E. Richardson of Leeds”.
Luego de ser encontradas bajo las escaleras del sótano, se tomó un poco de líquido como muestra para ser analizado por el West Yorkshire Joint Services.
Así, luego de las pruebas se supo que el líquido no era cerveza de jengibre como se presumía, sino cerveza real. Pero lo preocupante fue que se descubrió que la cerveza contenía altos niveles de plomo.
Un escalofriante dato, puesto que los habitantes de aquellos años consumían no sólo agua con plomo, debido a las cañerías que estaban fabricadas con este metal, sino que el alcohol que tomaban también lo contenía.
Según publica el servicio arqueológico se encontró un pH de 5.07 (que indica acidez), un contenido de alcohol del 3 por ciento, lo que corresponde a cerveza ligera, y “sin rastros de la mayoría del metal pesado con la excepción del plomo”.
Además, la concentración de plomo se midió a 0,13 mg / l, cifra que excede el nivel máximo aceptable de 0,01 mg / l establecido por la Organización Mundial de la Salud.
“Esta cerveza habría sido perjudicial para la salud”, indicaron los especialistas.