Octubre es el mes de la lucha contra el cáncer de mama. En ese contexto, es fundamental abordar la importancia de la reconstrucción mamaria para las mujeres que han enfrentado esta enfermedad.
Este procedimiento no solo busca restaurar la apariencia física, sino que también tiene un profundo impacto emocional y psicológico, ya que puede ayudar a las mujeres a recuperar su autoestima y a sentirse completas nuevamente tras enfrentar una mastectomía.
La decisión de someterse a una reconstrucción mamaria es completamente personal y depende de las necesidades de cada paciente. Es importante que las mujeres estén informadas sobre el momento adecuado para la cirugía, los parámetros médicos, la duración y los cuidados de los implantes.
El médico cirujano plástico Stefan Danilla, cofundador de Clínica Aurea, aclara creencias y brinda información relevante para quienes consideran este procedimiento.
El rol de la cirugía plástica en el cáncer de mama
Las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama pueden optar por una reconstrucción mamaria en distintas fases: reconstrucción inmediata, que se realiza junto a la mastectomía; diferida, la cual puedes ser hecha luego de la radioterapia o quimioterapia e incluso años luego de finalizado el tratamiento. Es decir, que las mujeres que no están reconstruidas, pueden optar a reconstrucción a pesar de que su mastectomía haya sido realizada hace tiempo.
Los implantes mamarios, aunque están diseñados para ser duraderos, no son permanentes. En promedio, su duración puede ser de al menos 10 años, aunque algunas mujeres pueden necesitar un reemplazo antes, dependiendo de factores como la salud general, el envejecimiento y la satisfacción personal. Un control regular y seguimiento con un cirujano plástico especializado son esenciales para garantizar el bienestar y la salud a largo plazo de las pacientes.
En resumen, “no deben ser considerados dispositivos eternos ni tampoco es obligatorio cambiarlos a los 10 años, si no que controlarlos periódicamente, idealmente con resonancia magnética desde el año 10 y cada 3 años”, recalca el doctor Danilla.
¿Los implantes mamarios aumentan el riesgo de cáncer?
Muchas mujeres tienen esta creencia y el doctor Danilla es categórico en recalcar que no existe ninguna relación entre los implantes y el desarrollo de cáncer de mama, ya que éste tiene como principales factores la genética y factores hormonales. Además, los implantes no dificultan la detección de la enfermedad al momento de hacer una mamografía o ecografía mamaria en manos de un radiólogo especialista.
El diagnóstico de cáncer de mama y la mastectomía pueden afectar física y emocionalmente a las mujeres, impactando su autoimagen y confianza. La reconstrucción mamaria ayuda a recuperar no solo la forma física de la mama, sino también la identidad y autoestima, permitiendo que se sientan más completas, empoderadas y capaces de enfrentar la vida con mayor confianza, aliviando el peso emocional de la enfermedad.
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La mayoría de las mujeres que se someten a una mastectomía pueden optar por la reconstrucción mamaria. La decisión de realizarla de forma inmediata o diferida depende de cada caso y es influida por factores como la necesidad de otros tratamientos oncológicos y la disponibilidad de tejido. La reconstrucción puede hacerse con implantes, tejido natural del cuerpo o una combinación de ambos.
Finalmente, destacar que el mes de la lucha contra el cáncer de mama es una oportunidad para destacar la relevancia de la reconstrucción mamaria como parte integral del proceso de sanación. Se insta a la comunidad a fomentar el diálogo sobre estas opciones, asegurando que todas las mujeres tengan acceso a la información y el apoyo necesarios para tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar.