Un auto que es parte avión de combate con motor a reacción, parte auto de Fórmula 1 y parte cohete espacial. Se trata del Bloodhound que ha sido construido para romper el récord actual de velocidad en tierra de 1.228 km/h.
La nueva máquina comenzará a correr el año que viene en una pista especial que se ha preparado en Sudáfrica.
En un primer momento se pretende que alcance 1.287 km/h. Pero el objetivo final es lograr llegar a 1.609 km/h.
"Mil seiscientos nueve kilómetros por hora al nivel del suelo es más rápido que lo que cualquier avión de combate con motor a reacción haya viajado alguna vez en la historia, por lo que van a presentarse algunos desafíos serios", dijo Andy Green, la persona que conducirá el Bloodhound.
Pero el vehículo todavía no está terminado. Aún tiene que recibir el cohete - una de las tres unidades de propulsión del coche. También le falta un número de piezas aerodinámicas pequeñas, como alerones y frenos de aire.
"Es increíble verlo así, casi listo para competir", dijo el ingeniero jefe Mark Chapman.
Últimas pruebas
En estos momentos el Bloodhound es exhibido durante algunos días en Londres.
Una vez que la exposición haya terminado, será llevado de regreso a su cuartel general de diseño en Bristol a la espera de la integración de los componentes pendientes.
Para llegar a los 1.609 km/h, el vehículo tendrá que producir alrededor de 21 toneladas de fuerza.
Esto se logrará con un motor Rolls-Royce EJ200 de tres propulsores procedente de un avión de combate Eurofighter Typhoon, que trabajará en tándem con un cohete híbrido de la compañía noruega Nammo.
La tercera unidad de propulsión en el Bloodhound es un motor turbo de 8 cilindros de Jaguar.
Y si hay alguna incertidumbre técnica tiene que ver con el sistema de bombeo y el cohete.
"Estamos trabajando para tener las completadas las pruebas del sistema de bombeo para Navidad de este año, y luego iremos a Noruega. Queremos iniciar las pruebas del cohete en enero o febrero", dijo Chapman.
Suponiendo que todo vaya bien, el Boloodhound realizará algunas pruebas de baja velocidad a lo largo de la pista del aeropuerto de Newquay en Cornwall, utilizando sólo el motor Eurofighter.
Esto permitirá a los ingenieros comprobar todos los sistemas eléctricos de control y software.
Después todo se concentrará en Sudáfrica donde el desierto de Hakskeen Pan ha sido el lugar elegido para tratar de batir el actual récord logrado también por Green en 1997.