VTubers: los YouTubers virtuales que generan un negocio multimillonario en Japón
Una joven japonesa con un lazo rosa gigante y guantes blancos mira a la cámara y saluda alegremente a su audiencia de YouTube. Está a punto de tratar de resolver un rompecabezas.
Antes de sumergirse en el juego, se jacta de sus habilidades con una sonrisa.
"Bueno, en comparación con todos los humanos, puedo resolverlo mucho más rápido. ¡No hay duda de eso!", dice.
Y sí, esta personalidad de YouTube no es una persona real. Su voz es la de un humano, pero es una caricatura digital de estilo anime. Su nombre es Kizuna Ai y su canal tiene más de dos millones de suscriptores.
Es la "YouTuber virtual" más vista de todo el sitio.
Kizuna Ai es parte de una tendencia emergente en la que avatares 3D y no humanos, se están convirtiendo en celebridades en YouTube, con miles de fieles fanáticos y jugosos contratos publicitarios.
Se está volviendo tan populares que una compañía está invirtiendo decenas de millones en "talento virtual" y se están creando agencias de talento para administrar estos avatares.
Es un movimiento que tiene grandes implicaciones para el futuro: podría cambiar la forma en que las marcas comercializan sus productos y la forma en que interactuamos con la tecnología. Incluso podría ayudarnos a vivir para siempre.
Como si fueran humanos
Por lo general, los vloggers son personas que hablan directamente a la cámara con sus fanáticos, compartiendo cosas como consejos de belleza, reseñas de productos y críticas de la cultura pop.
Pero en el último año han tenido que lidiar con "VTubers" como Kizuna Ai.
"Vimos que esto empezó a despegar a finales de 2017 ... Y continúa creciendo", dice Kevin Allocca, jefe de cultura y tendencias de YouTube.
Para Allocca, el canal de Kizuna Ai es un ejemplo del aumento en la popularidad de los VTubers: tenía unos 200.000 suscriptores en diciembre pasado, y más de dos millones solo 10 meses después.
Mientras que Earnest Pettie, de Google, dice que la cantidad de vistas diarias de los videos de VTubers de este año cuadriplica la cifra del año pasado.
No hay una manera fácil de medir exactamente cuántos VTubers hay, pero User Local, un sitio de análisis web con sede en Tokio, cuenta al menos con 2.000.
Estos incluyen a Nekomiya Hinata, un personaje de cabello color melocotón que juega videojuegos de combate y vierte sutilezas en japonés mientras le dispara a sus enemigos.
Otra, Ami Yamato, es una vlogger virtual británica con sede en Londres que tiene una inclinación por Starbucks y se pasea por el mundo "real", a veces junto a humanos vivos. Ha estado vloguenado desde 2011.
La tendencia, sin embargo, todavía no es global: Allocca dice que los VTubers son populares principalmente en Japón.
Pero en ese país, los videos futuristas han llamado la atención de empresas dispuestas a ayudar a estos personajes a encontrar popularidad más allá de YouTube.
¿Una nueva industria?
Gree, uno de los mayores desarrolladores de aplicaciones móviles de Japón, planea invertir 10.000 millones de yenes (US$ 88 millones de dólares) durante los próximos dos años para desarrollar talento virtual, crear más oportunidades de transmisión en vivo, crear estudios de filmación y animación y brindar recursos a los creadores.
"Creemos que los seres humanos necesitan avatares más allá de los apodos y las imágenes de perfil", dice el portavoz de la empresa, Kensuke Sugiyama.
"Aunque el talento virtual actualmente es solo un área de entretenimiento, creemos que avatares 3D atractivos, y sus actividades en mundos virtuales, llevarán a las personas a la siguiente etapa de Internet", agrega.
Sugiyama cree que a medida que las tecnologías de realidad virtual y aumentada continúan desarrollándose, más vloggers y usuarios de Internet podrían transformarse en personajes fantásticos y coloridos, que a su vez podrían convertirse en marcas.
Y Gree no es la única empresa interesada en este posible mercado.
Kao, una compañía japonesa de cosméticos y productos químicos, "contrató" al VTuber Tsukino Mito para que apareciera en la pantalla inteligente de una lavadora durante un evento en vivo en Tokio y le ayudara a vender detergente para la ropa.
El gobierno de la prefectura de Ibaraki creó un "influenciador" virtual el mes pasado para aparecer en las campañas de turismo, al tiempo que Kizuna Ai fue seleccionada por la junta nacional de turismo para aparecer en videos para atraer a visitantes extranjeros a Japón.
Esta demanda está impulsando industrias asociadas, como una agencia de talentos lanzada en abril en Japón que se dirige exclusivamente a avatares virtuales.
La nueva compañía ayudará a los clientes a organizar eventos y colaboraciones de video con otros creadores, y más.
Pero, ¿cómo llegamos aquí?
Ha nacido una estrella
Uno de los primeros en adoptar esta tendencia fue un personaje que tiene casi 60 años.
Barbie, la muñeca que ha aparecido en las líneas de juguetes y programas de televisión durante décadas, hizo su debut virtual en vlogging en 2015, antes del surgimiento de los VTubers japoneses.
"Hola, uh, está bien, veamos, ¿por dónde debería empezar?", se puede ver diciendo a Barbie mientras se recuesta en su asiento, después de encender una cámara web.
"Mi nombre es Barbie Roberts, tengo tres hermanas y vivimos en Los Ángeles, bueno, Malibu, pero soy originaria de Wisconsin. Nos mudamos aquí cuando tenía ocho años".
Suena y se parece a muchos otros vloggers adolescentes en YouTube. Habla de todo, desde el estilo personal hasta temas más complejos, como por qué las chicas dicen "lo siento" tanto.
Y es que la compañía Mattel, propietaria de la marca Barbie, notó el aumento en la popularidad del vlogging y vio ahí una oportunidad de llegarle a las niñas que quieren comprar productos vinculados a la muñeca.
"Barbie solo publica dos vlogs al mes y cada nuevo episodio toma alrededor de cuatro semanas", dice Lisa McKnight, vicepresidente senior y gerente general global de Barbie.
"Un equipo desarrolla cada guion basándose en temas que son relevantes para una chica y auténticos para el personaje de Barbie; algunos vlogs abordan conversaciones relevantes y culturales, y otros vlogs se vinculan con una tendencia de YouTube", explica.
De la mano de la tecnología
Ya sea que se trate de Barbie o de Kizuna Ai, detrás de muchos VTubers hay una tecnología muy similar que permite transformar un artista humano en influencer digital.
Por lo general, así es como funciona: primero, un actor se para en un estudio con rastreadores de movimiento en su cabeza, codos y manos, y sus movimientos son grabados por un software que recrea las acciones de todo el cuerpo gracias a estos rastreadores.
Estas acciones luego de mapean sobre la forma y las proporciones de un personaje animado, el que se puede proyectar sobre un fondo o en una transmisión en vivo.
Mientras, un actor de voz profesional o vlogger humano le brinda su voz al personaje.
A los equipos detrás de muchos VTubers, sin embargo, no les gusta revelar mucho más sobre cómo los personajes como Kizuna Ai cobran vida.
De hecho, a veces el propio equipo se refiere a sus creaciones como si los personajes fueran personas reales.
"Todo lo que podemos decir es que el destino hizo que nos conociéramos hace dos años", dice Masashi Nakano, cofundador de Activ8, la compañía de producción digital que da vida a Kizuna Ai.
Y para David Kim, quien es colaborador de Virtual YouTuber en la red social Reddit, "la intriga de la escritura de personajes" es parte del atractivo del fenómeno.
Pero esa no es la única explicación.
"Yo diría que el mayor contribuyente al auge de YouTube virtual es la gran audiencia fuera de Japón que normalmente tiene interés en los medios y la cultura japoneses, como el anime", dice otro fanático, Kit Hakansson.
Mientras que Izumi Tsuji, profesora de Sociología y Cultura en la Universidad de Chuo, evoca al famoso sociólogo japonés Munesuke Mita para explicar por qué en el país asiático hay una larga tradición de preferir personajes virtuales a reales.
Mita planteó que, como resultado de la desaceleración del crecimiento económico tras la crisis mundial del petróleo en la década de 1970, muchos japoneses desarrollaron una apatía con la realidad, la que parece durar hasta el día de hoy.
"En ese período empezamos a amar a los personajes de anime y los ídolos de juegos de video, por encima de las estrellas de cine y música", dice Tsuji, para quien un buen ejemplo de esto es Hatsune Miku, la famosa estrella holográfica del pop en Japón, cuya voz se produce digitalmente.
Pero, ¿podrían terminar reemplazando a los vloggers humanos?
Humano vs. avatar
Un argumento en contra de esta posibilidad es que el vlogging es una de las formas más baratas de hacer videos, pues nada más se necesita que alguien encienda una cámara, hable y publique.
Es verdad que puede haber algo de edición, pero no necesitan de costosos sets ni efectos especiales.
Entonces, ¿por qué replicar una cabeza parlante con otra versión más cara?
Pues porque un personaje virtual se puede usar en escalas y formas fuera del alcance de los humanos: pueden aparecer en videojuegos y aplicaciones fuera de YouTube y, a medida que mejora la tecnología VR y AR, incluso pueden celebrar conciertos de realidad virtual. (La VTuber Kaguya Luna hizo eso a principios de este año).
Tal vez por eso, el dúo de comediantes estadounidenses Rhett & Link publicó un vlog que se ha visto 2,5 millones de veces sobre la preocupante posibilidad de que los usuarios de YouTube virtuales reemplacen a los humanos.
Después de todo, nunca se cansan. Sus apariencias pueden ser cambiadas a su antojo. Y nunca exigen pago o más donaciones.
Pero no se preocupen, humanos: ya hay aplicaciones baratas que los YouTubers pueden usar en sus teléfonos inteligentes para hacer vloggers virtuales de sí mismos.
Una de ellas es FaceRig, una aplicación de reconocimiento facial de Rumania financiada por crowdfunding que es una forma económica para que las personas conviertan sus expresiones faciales en dibujos animados digitales usando sus smartphones, similar al Animoji de Apple.
Y este otoño, Gree lanzará una aplicación de transmisión en vivo en la que los usuarios pueden crear un VTuber de sí mismos en su teléfono inteligente.
"Muchas personas tienen el deseo de 'querer ser personajes'", afirma Sugiyama de Gree, señalando la popularidad global del cosplay en las convenciones de fanáticos.
Y, para Sugiyama, el éxito de los VTubers en Japón no sólo se explica por la existencia de fieles fanáticos.
"Los japoneses no son buenos para expresarse abiertamente, y creo que hay muchas personas que realmente quieren enviar [su mensaje] al mundo, pero no quieren revelar su apariencia", aventura.
Mientras que Alexnader Pechev, el presidente ejecutivo de Ikinema -una compañía de animación británica que trabaja en el tema-, cree que en el futuro podríamos entrenar a avatares para que actúen como nosotros sin tener que volver a grabar nuestros movimientos.
"No tiene que hacer el 100% de lo que hacemos, ni siquiera el 80%", dice, pero un personaje puede ser programado con nuestra voz y con suficientes movimientos nuestros para que pueda interactuar con amigos y familiares después de que hayamos muerto.
"Podría interactuar con otros avatares virtuales, o personas reales. ¿Podemos vivir para siempre?", especula Pechev.
Y Nakano, del equipo de Kizuna Ai, quiere algo similar para ella: "Nos gustaría crear un mundo como Ready Player One", dice, refiriéndose a la película y la novela ambientadas en una enorme dimensión virtual.
¿Y qué más le depara el futuro a Ai-chan, como la llaman sus fans?
Nakano también menciona anuncios de televisión y un festival de música global que se lleva a cabo en línea en la realidad virtual y se está convirtiendo en fenómeno.
Y por ahora tú también puedes mantenerte al día con tu VTuber favorito o comprar camisetas en su tienda en línea.
Pero como dice Sugiyama sobre la tendencia de los VTubers, que "permitirá que todos los seres humanos se liberen de las limitaciones físicas", tal vez en el futuro tú también te convertirás en uno.