La activista que reivindica la diversidad corporal: Nadie me dijo nunca que podía ser gorda y feliz
Es provocadora, habla alto con orgullo y defiende que las mujeres sean como quieran sin tener que pedir perdón.
La estadounidense Virgie Tovar se define a sí misma como activista de la gordura.
Autora del libro You Have the Right to Remain Fat ("Tienes derecho a permanecer gordo"), Tovar tiene un lema que resume su forma de pensar: "Perdamos odio, no peso".
BBC Mundo habló con ella.
"Me enseñaron a sentir vergüenza"
"Siempre he sido gorda", dice.
"Vivimos en un país en el que está bien odiar a la gente gorda. Siempre supe que era grande. No me avergoncé de ello hasta que me enseñaron a sentir vergüenza cuando tenía 5 años.
"A partir de ahí perdí gran parte de mi vida, unos 20 años, intentando convertirme en una persona delgada. Si eres una persona gorda, es muy raro que te puedas convertir en delgada", señala.
Tovar cuenta que le enseñaron que ser gorda era algo malo y que se merecía que los demás fueran desagradables con ella.
Gran parte de ese rechazo, añade, le llegó de chicos y hombres que le enseñaron que, si quería recibir amor, casarse o tener sexo, tenía que ser delgada.
"Aprendí dos lecciones en una: que estar gorda era algo malo y que además era algo malo porque no era deseable para los hombres".
Desde fuera le decían que si comía menos y se movía más podría cambiar la situación.
"Pasé 20 años con un comportamiento cada vez más extremo, comiendo solo verduras, muriéndome de hambre. A nadie le importaba cómo me sentía, nadie se daba cuenta", recuerda.
"Cuanta más hambre pasaba, mejor me trataban los demás. Es paralizante vivir en esa realidad".
"Fat activist"
Esa realidad de la que habla Tovar empezó a cambiar cuando tenía unos 29 o 30 años. Conoció el activismo en defensa de la gordura y su vida dio un giro de 180 grados.
"Nunca se me había ocurrido que no tenía que hacer dieta, nadie me dijo nunca que podía ser gorda y feliz", expresa.
Tovar se fue implicando más y más en este movimiento y empezó a escribir un blog y a organizar conferencias y reuniones en grupo.
En esa época, hace unos 9 años, no se hablaba de esto como se hace ahora.
"El tema llamó la atención no solo de mujeres gordas sino de mujeres de todas las tallas. Hay mujeres que piensan que su vida sería mil veces mejor si bajaran una talla, creen que si pierden 9 kilos eso es lo que diferencia su vida de lo que ven en las películas", señala.
"¡Es una locura! Es como pensar que todas nosotras podemos perder peso y convertirnos en Scarlett Johansson. No tiene sentido".
En defensa de la salud
Constantemente recibimos alertas sobre los riesgos de tener sobrepeso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que un Índice de Masa Corporal elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares -principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares- , diabetes, trastornos del aparato locomotor e incluso algunos cánceres.
Tovar aclara que su objetivo no es ensalzar la obesidad o un estilo de vida poco sano, sino defender una actitud más positiva hacia nuestro cuerpo.
Su firme creencia es que una persona que por su complexión corporal tiende a la gordura, rara vez se podrá convertir en una persona flaca.
Y denuncia que el estar siempre pendiente de la dieta y de la comida, quita mucha energía.
Qué respuestas recibe
Tovar no esconde su forma de pensar y acude con su mensaje a numerosos lugares, en especial universidades o institutos de enseñanza.
"Mucha gente se siente muy liberada por este mensaje y muy emocionada, pero muchos otros se irritan", reconoce.
"Algunas mujeres que están a dieta y no están listas para dejarlo se enfadan mucho.
"Honestamente lo comparo con cuando inviertes o tienes una cuenta de ahorros en la que has estado poniendo dinero, por ejemplo, durante 30 o 40 años. Es muy duro que alguien te diga que ese dinero no vale nada", explica.
También se ha encontrado con personas que directamente la rechazan por cómo es.
"Hay personas intolerantes que creen que la discriminación es algo bueno, que se enfadan porque soy mujer y hablo alto y creo que las mujeres pueden comer lo que quieran y ser lo que quieran sin pedir perdón. Y tener la vida que merecen", expone.
Tovar se refiere casi siempre a las mujeres porque, en su opinión, este asunto generalmente les afecta más a ellas.
"Se trata de que las mujeres no se muevan de su sitio y qué mejor manera de controlarlas que decirles que tienen que estar hambrientas y miserables para encajar.
"Las mujeres invierten mucha energía mental en las dietas. Me parece injusto y poco ético, no es humanitario".
Para Tovar, las personas que recurren a la cuestión de la salud para echar por tierra su discurso no entienden que ella no promueve una vida insana.
"Usan la palabra salud porque es una forma aceptable de ser intolerante. Hay palabras que usamos para esconder la intolerancia, la nuestra y la de los demás", lamenta.
"Ciertamente, muchos doctores -la mayoría- te dicen que los delgados viven una vida mejor y más larga que los gordos", prosigue.
"Lo que pasa con esa concepción es: 1) los delgados no se enfrentan diariamente a la discriminación por cómo son, no puedes comparar la salud de una persona a la que odian cada día por cómo es con alguien que no sufre esto, y 2) los gordos no se vuelven delgados", insiste.
"Solo quieren mirar el estudio que les interesa porque no quieren lidiar con la realidad social, la realidad cultural que hace que la vida sea tan mala para los gordos.
"No puedes combatir la gordofobia perdiendo peso. Esa no puede ser la solución. Siempre va a haber gente más grande y gente más pequeña. Eso ha sido siempre así".
La importancia del lenguaje
En los últimos años, en algunos lugares como Estados Unidos ha cobrado fuerza la tendencia a evitar palabras como "gordo", "gordura" o incluso "estar a dieta".
"Piensan que usar la palabra gordo es maleducado", dice Tovar. "No usan la palabra, pero mantienen la actitud maleducada".
"Yo la uso precisamente por eso, porque es maleducada, es la palabra que se usaba para insultarme u ofenderme", cuenta.
"Es algo relacionado con el poder. Al usar ese lenguaje le quito el poder a la persona que lo puede utilizar para herirme", añade.
Consejos básicos
Le pedimos a Virgie Tovar que nos dé algunos consejos para adolescentes que quieran tener una imagen más positiva de su cuerpo.
Esto es lo que dice:
1. Sé consciente de lo que miras en redes sociales o en otros medios. Los mensajes y anuncios sobre las virtudes de estar delgados están muy extendidos. Mira medios que alteren esa imagen.
2. Pon una moratoria al hábito de hablar negativamente sobre tu cuerpo. Elimina ese lenguaje. Aunque lo pienses, no lo digas.
3. Deja de hacer dieta. Para de intentar controlar lo que comes, intenta dejar de controlar tu peso. La realidad es que cuando nos dedicamos a tener hambre, no nos centramos en lo que queremos, nuestros objetivos y nuestros sueños. Hacer dieta nos quita más de lo que nos damos cuenta.
4. Busca o construye tus propios medios. Crea arte, haz algo que sea positivo, que celebre la diversidad corporal y nuevos enfoques.
5. Déjate inspirar por otras personas que, en todas partes, están defendiendo a los adolescentes.
6. Pon límites a lo que te digan los demás sobre tu imagen. El cuerpo te pertenece a ti. Tienes derecho a decir no al lenguaje vergonzante, venga de donde venga, aunque sea de tu propia familia.