No es habitual que un estreno en el popular sitio de streaming Netflix cause un problema diplomático.
Sin embargo, eso ha ocurrido con la serie documental The devil next door ("El diablo de al lado"), que la plataforma estrenó la semana pasada.
Este domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que pedía a Netflix ser "fiel a los hechos históricos".
Esto fue seguido de una carta enviada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, al CEO de la empresa estadounidense, en la que le exigió cambiar algunas partes del documental.
A primera vista puede resultar sorprendente la reacción del gobierno polaco. Después de todo, The devil next door no tiene mucho que ver con Polonia.
La serie de cinco capítulos narra la historia de un mecánico jubilado que lleva una vida tranquila junto con su familia en Cleveland, Estados Unidos, hasta que un grupo de sobrevivientes del Holocausto lo acusa de ser un infame torturador nazi.
Se trata de la historia real de John Demjanjuk, quien en la década de 1980 fue acusado de ser en realidad "Iván el Terrible", como se conoció a un guardia de campo de concentración nazi que torturó y mató a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero ¿qué tiene Polonia que ver con todo esto?
Resulta que en el documental se muestran varios mapas de las zonas donde se encontraban los campos de concentración en los que trabajó "Iván el Terrible".
En el tercer episodio, en concreto, aparece un mapa de la Polonia moderna como localización de varios campos de concentración.
La queja de las autoridades polacas es que el documental no aclara que en ese momento Polonia estaba ocupada por los nazis, por lo que esos campos de exterminio no eran creaciones polacas.
"Durante el tiempo que describe la serie The devil next door, el territorio de Polonia estaba ocupado, y la Alemania nazi era la responsable de los campamentos", escribió en su tuit la cancillería polaca.
"El mapa que se muestra en la serie no refleja las fronteras reales en ese momento", se quejó la sede diplomática.
Junto con el mensaje, el Ministerio Publicó dos mapas: uno como el que se ve en el documental, y otro que detalla en colores los territorios polacos bajo control nazi, donde se instalaron muchos de los "campos de la muerte" ordenados por Adolf Hitler.
Entre ellos Auschwitz, el más famoso de todos, y que funciona como museo.
.@Netflix, stay true to historical facts!
— Ministry of Foreign Affairs ?? (@PolandMFA) November 10, 2019
During the time which the “The Devil Next Door” series describes, Poland’s territory was occupied, and it was Nazi Germany who was responsible for the camps. The map shown in the series does not reflect the actual borders at that time. pic.twitter.com/W5i8C9THo3
La carta del primer ministro
En su misiva al CEO de Netflix, Reed Hastings, Morawiecki señaló que los mapas en el documental sugieren que Polonia fue responsable por los campos de concentración nazis.
"Engaña a los espectadores haciéndoles creer que Polonia fue responsable de establecer y mantener estos campamentos, y de cometer los crímenes en ellos", escribió en la carta, que también publicó en la página de Facebook del primer ministro.
Polonia fue invadida por la Alemania de Hitler en 1939. De hecho, esta invasión fue la que dio pie a la Segunda Guerra Mundial.
Según el primer ministro, es importante aclarar esto para "honrar la memoria y preservar la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto".
Morawiecki se mostró crítico "ciertas obras" en Netflix, que calificó de "muy inexactas", y acusó a la empresa de "reescribir la historia".
No obstante, agregó: "Creo que este terrible error se ha cometido involuntariamente".
Si bien el servicio de streaming no ha respondido oficialmente a la petición del gobierno polaco, la empresa afirmó a la agencia de noticias Reuters que estaba decidiendo cómo proceder.
"Somos conscientes de las preocupaciones con respecto a The Devil Next Door y estamos investigando el asunto con urgencia", señaló un vocero.
Tema controvertido
La polémica generó distintas opiniones en redes sociales.
Muchos usuarios comentaron sobre el tuit de la cancillería. Algunos apoyaron la decisión de Polonia, otros dijeron que era innecesaria la aclaración.
"Yo creo que la mayoría de las personas sabe que Polonia estuvo ocupada por la Alemania Nazi desde 1939. Creo que los polacos están sobrerreaccionando", escribió @DaniellaS.
"No estoy de acuerdo con la frase 'la mayoría de las personas sabe'", le respondió el usuario @travelwithme. "Vivo en Reino Unido y yo diría que 'la mayoría de las personas no sabe'".
La polémica en torno al documental reabrió un tema muy sensible en Polonia.
En 2018, el partido gobernante sancionó una controvertida ley que castigaba con cárcel a quien acusara a los polacos de ser cómplices del Holocausto nazi.
La legislación fue modificada después y se eliminaron las penas de prisión, algo que según el diario The New York Times ocurrió por presión de EE.UU.
La normativa prohíbe describir los campos de concentración situados en este país como "polacos".
La aprobación de la ley causó una disputa diplomática con Israel, que describió la decisión del gobierno polaco como un intento de reescribir la historia y negar el Holocausto.