Cómo es y para qué sirve la batería de litio más grande del planeta
"Estamos viviendo un momento histórico".
Esas fueron las palabras que pronunció este viernes Jay Weatherill, el primer ministro de Australia Meridional, estado del sur de Australia, cuando anunció la puesta en marcha de una enorme batería de iones de litio producida por Tesla, la más grande del mundo.
El sistema fue activado cerca de Jamestown, un parque eólico al norte de la ciudad de Adelaida, la capital regional, y contribuirá a evitar los apagones y mejorar el suministro eléctrico de la zona, que sufre problemas de energía desde hace tiempo debido a las constantes olas de calor.
Y su fecha de activación coincide con el inicio del verano austral, la fecha más problemática.
La batería es capaz de proporcionar 100 megavatios de una sola vez y promete abastecer hasta 30.000 hogares durante una hora. Su capacidad de almacenaje es de 129 megavatios-hora (MWh).
Es tres veces más potente que la que hasta ahora era la más grande, otra pila de Tesla (de 20 megavatios) que se encuentra en California, Estados Unidos.
El objetivo, además de ahorrar electricidad, es prevenir accidentes como el que ocurrió en diciembre de 2016, cuando toda esa región se quedó sin energía, dijo Weatherill.
La batería, cuyo sistema de suministro usa la misma tecnología que los autos eléctricos de Tesla, está conectada a un parque eólico gestionado por la firma francesa Neoen, de donde guarda la energía.
El nuevo sistema está pensado para superar la intermitencia, que es uno de los principales obstáculos que frenan la expansión de las energías renovables y que se traduce en la falta de constancia, pues el viento no sopla siempre a la misma potencia o velocidad.
Para ello, almacenará la energía eólica y solar y la liberará de manera constante a la red eléctrica a la que está conectada.
Weatherill dijo que espera que gracias a esta nueva batería Australia lidere el mercado de las energías renovables.
De Twitter al mundo real
El fundador de Tesla, Elon Musk, se comprometió en marzo a acabar con los problemas de energía del sur de Australia.
La idea nació cuando Musk fue retado en Twitter a comprometerse con el problema energético de Australia.
El dueño de Tesla dijo entonces que si no lograba construir una batería en 100 días, se la regalaría al Estado australiano.
Y la cuenta atrás comenzó el 30 de septiembre, cuando se aprobó el plan estatal entre el gobierno y la compañía. Tesla terminó la batería en 63 días.
En un comunicado oficial, la empresa dijo que su nueva batería "demuestra que una solución energética sostenible y efectiva es posible".
Australia Meridional afronta desde hace años una crisis de abastecimiento que llegó a colapsar la red eléctrica durante el verano austral. Eso obligó a colocar reguladores para que los usuarios redujeran el consumo, sobre todo en los momentos más críticos.
La región anunció este año una partida de US$379 millones destinada a un plan energético a gran escala que, además de la instalación de la batería, incluye la construcción de una nueva planta de gas.
El Operador Australiano del Mercado Energético (AEMO, por sus siglas en inglés), advirtió recientemente que prevé una escasez de gas para este verano en los estados de Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia Meridional.