Sophie Elise tenía 20 años cuando decidió que quería un trasero más grande.
La bloguera y presentadora de televisión noruega, que se describe a sí misma como una mujer "muy delgada y menuda", dice que solo "quería levantar un poco" esa área de su cuerpo.
No fue difícil comenzar a investigar sobre la cirugía. En Instagram veía influencers que promocionaban lugares y cirujanos que aumentaban los glúteos o que practicaban el método brasileño de levantamiento de nalgas (BBL, por brazilian butt lift).
La joven encontró un lugar en Turquía que parecía de "muy alta clase". ¿Y el precio? Sophie Elise no reveló la cifra exacta, pero dice que fue una ganga.
"Honestamente, era mucho más barato de lo que se suponía que debía ser. Debería haber costado mucho más", dijo la también cantante al programa Newsbeat, de BBC Radio 1.
"Me vendieron un sueño muy lujoso. En el paquete uno recibía atención posterior [a la cirugía], un conductor privado, asistencia médica en casa, el hospital en sí se veía muy limpio. Sí, sentí que era una gran opción", cuenta.
Entonces, ¿por qué casi cinco años después de llevar implantes en su trasero está desesperada por que se los quiten?
Advertencias
Los problemas comenzaron cuando volvió a casa.
Como una "figura muy pública" en Noruega, con dos programas de televisión y un podcast, y casi 500.000 seguidores de Instagram, dice que inmediatamente empezó a recibir comentarios sobre la cirugía.
La gente pensaba que (el trasero) no se veía natural, que no encajaba con el resto de su cuerpo.
"Ahora me doy cuenta de que eso no era lo que realmente debería haber recibido. Todo fue muy apresurado. Y ahora puedo decir que no fue completamente pensado", reconoció.
La joven, ahora de 24 años, decidió recibir implantes de silicona en vez de un levantamiento brasileño (BBL), que se basa en extraer grasa de otras partes del cuerpo y se inyecta en las nalgas.
Los implantes pueden ser una mejor opción para las personas sin mucha grasa en su cuerpo.
Pero generalmente el resultado es un aumento de tamaño mayor que el BBL y, a veces, pueden dar un aspecto menos natural, según varios cirujanos.
La joven dice que no estaba demasiado preocupada antes de la operación, a pesar de las advertencias sobre viajar al extranjero para una cirugía estética.
La cirugía del levantamiento de glúteos ha recibido mucha atención negativa en los últimos años, especialmente después de la muerte de dos mujeres británicas que viajaron a Turquía para hacerse el BBL en 2018.
Según la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos (Baaps), los pacientes "corren el riesgo de sufrir complicaciones graves... e incluso la muerte" al viajar al extranjero para someterse a una cirugía estética.
"No deberían venderte esa fantasía"
Sophie Elise recuerda que sintió dolor después de la cirugía, como esperaba, pero ahora es realmente cuando se enfrenta a una "reacción violenta" por sus decisiones.
Dice que se ha dado cuenta de que tiene "un cuerpo hermoso" y ahora quiere que le quiten los implantes.
Investigando en internet, la joven encontró un nuevo cirujano de buena reputación, en vez de personas promovidas por influencers en Instagram.
Pero ha habido una complicación.
"No puedo sacar completamente la silicona. Tengo que reemplazarla con silicona nueva y más pequeña", detalla.
"El nuevo consultorio al que he ido sospecha que las siliconas que tengo son en realidad implantes mamarios", explica. "Obviamente, eso no es algo bueno".
También ha repensado el "paquete de lujo" que acompañaba a su cirugía en Turquía.
"Cuando vas al médico, se supone que debes entrar y salir y atenderte a ti mismo", señala.
"No deberían tener que venderte esa fantasía de lujo alrededor", agrega.
Elise dice que se someterá nuevamente al aumento con un mejor cirujano.
Pero por ahora se concentrará en reducir lo que ya está allí a algo tan "pequeño y de aspecto natural como sea posible".
"No me arrepiento de haberme hecho un aumento", asegura. "Es solo que los implantes que me pusieron no eran adecuados para mí. Entonces no es la cirugía, es solo la cantidad, supongo".
La bloguera dice que su mayor arrepentimiento es que no puso más esfuerzo en la investigación.
"Es importante ser abierto al respecto para que las personas no caigan en la misma trampa en la que yo caí", señala.
"No quiero advertir a nadie que no haga nada. La gente tiene que hacer lo que quiera", opina.
"Pero si puedo ayudar a una o dos hermanas, sería genial. Y el mejor consejo que tengo es investigar. No te apresures a nada", indica.
"Y si es barato, probablemente no valga la pena", sostiene.
El presidente de Baaps, Simon Withey, dijo que los pacientes "vulnerables" están siendo "atacados abiertamente" a través de las redes sociales e internet para viajar al extranjero para una cirugía estética más barata, y es probable que la tendencia aumente.
"El resultado de hacerse estas operaciones fuera de casa puede ser devastador. No es solo el historial médico lo que se necesita evaluar, sino también la salud mental, que tomamos muy en serio en Baaps", explica.
Esta asociación advierte contra el "turismo de cirugía estética" y dice que el "estándar de atención no es equivalente en todos los países".