Una presentación sin adornos ni fuegos artificiales. Solamente un hombre de traje negro frente a un micrófono.
Con una balada romántica llamada Amar Pelos Dois, el portugués Salvador Sobral consiguió el sábado que su país ganara por primera vez el Festival de Eurovisión, el concurso musical televisado más antiguo del mundo.
El talento vocal de Sobral, comparado con el del famoso vocalista de jazz Chet Baker, compartió la atención de los medios junto con otro tema: la salud del joven de 27 años.
Sobral admitió a mediados de abril que padece de una insuficiencia cardiaca durante una entrevista con la Radio y Televisión Pública de Portugal (RTP).
"Tengo muchas más cosas buenas que malas. Esta enfermedad que tengo es el único problema que tengo en mi vida", declaró en ese entonces.
Aunque el intérprete ha declarado poco sobre su dolencia, los medios de su país parecían estar más preocupados por su estado de salud que por su recital en Eurovisión.
En algunos reportes incluso llegaron a cuestionar si el saco ancho y negro que vistió en el concierto disimulaba algún tipo de equipo médico.
También han informado que necesita de un trasplante "urgente" de corazón, dato que el artista no ha confirmado.
Cuando el cantante se ausentó de los ensayos previos al festival y fue sustituido por su hermana Luisa, hablaron de la "condición delicada" que le impidió estar presente en Kiev (Ucrania), donde se celebró Eurovisión.
Pese a la ola de rumores en torno a su salud, miles de espectadores de Eurovisión enfocaron la atención en su talento musical.
Actuación destacada
Pese a ser un festival musical conocido por sus presentaciones eclécticas y a menudo extravagantes, la austeridad de Sobral se destacó, señaló el periodista de entretenimiento de la BBC Neil Smith.
"Mientras otros países ofrecieron trucos divertidos y dieron conciertos pop, su balada delicada y sensible resaltó, precisamente porque no era pretenciosa", describió Smith.
Sobral dijo que le encantaría que su triunfo en Eurovisión tuviese algún impacto, así sea mínimo, sobre cómo la música es hecha, producida y promocionada.
"La gente oye canciones porque se las lanzan encima", criticó. "Te tiene que gustar esto porque vas a oírlo 16 veces al día para forzarte a que te guste".
"La música no son fuegos artificiales, la música es sentimiento", sentenció.
"Quiero vivir una vida tranquila"
El tema que interpretó en Eurovisión ya ocupaba los primeros lugares en la cartelera musical portuguesa incluso antes del concurso internacional.
Tras conseguir la victoria el sábado, Sobral declaró que no esperaba obtener fama ni fortuna de la noche a la mañana tras haber hecho historia para el país europeo.
"No creo que nada vaya a cambiar", dijo. "Hoy ganas y mañana ya nadie te recuerda", continuó.
"Solo quiero vivir una vida tranquila", respondió a otro periodista durante la conferencia de prensa posterior al evento.
A pesar de su deseo, los medios ya lo han calificado como un "fenómeno" e "ídolo" del país.
En menos de 24 horas, el ganador agotó la mayoría de las entradas para los conciertos que dará próximamente en diferentes ciudades de Portugal, según informó la agencia Efe.