Si has descuidado tus hábitos alimenticios en los últimos tiempos, puede que la idea de una desintoxicación o detox te sea atractiva: te ayudaría a eliminar los excesos que cometiste en Navidad y Año Nuevo y comenzar de cero.
Existen muchos productos que ofrecen esta ayuda, desde masajes y batidos desintoxicantes hasta tés de hierbas y dietas de hambre.
Muchos de ellos prometen una piel más brillante, pérdida de peso y una vida más saludable.
La idea de limpiar tu organismo de las impurezas suena como una buena manera de comenzar el año, pero ¿hay alguna evidencia de que funcione?
El organismo se desintoxica solo
La palabra desintoxicación se usa a menudo de dos maneras muy diferentes.
La primera se refiere a los programas médicos de desintoxicación que ayudan a limpiar a las personas con una dependencia grave de alcohol o drogas.
La otra se refiere al tipo de desintoxicación en el hogar que nos vendieron bajo la promesa de que eliminarían las "toxinas" de nuestro cuerpo.
La vida moderna, por supuesto, nos pone en contacto con muchos químicos sintéticos y sustancias naturales, algunas de las cuales pueden ser tóxicas, pero ¿cuánta evidencia hay de que una desintoxicación las elimine de nuestros cuerpos?
Es cierto que el día que elimines el alcohol y te comprometas con una dieta más saludable, las toxinas abandonarán tu cuerpo. Pero esto sucede todos los días, no solo cuando tomas jugo de vegetales crudos.
El cuerpo ya tiene su propio sistema inteligente para deshacerse de las toxinas. Si no fuera así, estaríamos en problemas.
En todo el cuerpo existe un sistema que trabaja para mantener las toxinas fuera o eliminarlas. Nuestra piel actúa como una barrera que hace que los cabellos finos de nuestro sistema respiratorio atrapen las partículas en las mucosidades para que podamos estornudar.
Parte de nuestro intestino contiene células linfáticas especiales llamadas placas de Peyer, que forman haces en el revestimiento de la membrana mucosa.
La forma de estas placas, que se encuentran en la parte más baja del intestino delgado, les permite identificar y eliminar las partículas dañinas para que no sean absorbidas en el torrente sanguíneo junto con los nutrientes beneficiosos de nuestros alimentos.
Aunque podríamos tener la sensación de que nuestros intestinos están de alguna manera sucios y necesitan una limpieza, solo están haciendo su trabajo.
Mientras tanto, tus riñones filtran media taza de sangre por minuto y excretan toxinas como la urea, en forma de orina.
¿En qué medida funcionan?
En el caso del alcohol, es el hígado el que tiene la función de desintoxicarte. Se trata de un proceso de dos pasos.
Primero, el alcohol es convertido por las enzimas en acetaldehído, que es tóxico, y luego el mismo es convertido rápidamente en ácido acético, luego en dióxido de carbono y agua.
Si bebes más rápido de lo que tu hígado puede metabolizar el alcohol, entonces este órgano no podrá continuar haciendo su trabajo, por lo que tu nivel de alcohol en la sangre aumentará.
Si bebes en exceso, el acetaldehído puede dañar tu hígado.
Pero el hígado es capaz de desintoxicar el cuerpo con éxito, cuando se trata de cantidades más moderadas de alcohol. Este órgano es otro de los sistemas de desintoxicación que llevamos con nosotros todo el tiempo.
Entonces, ¿en qué medida funcionan las dietas detox?
Estos procedimientos van desde simplemente eliminar el alcohol, la cafeína y el azúcar refinada, hasta dietas mucho más estrictas en las que solo se bebe líquidos durante varios días, antes de reintroducir gradualmente pequeñas cantidades de alimentos.
En 2012, Edzard Ernst, profesor emérito de medicina complementaria de la Universidad de Exeter, intentó una revisión sistemática de la literatura existente sobre estas dietas, pero encontró imposible aislar suficientes estudios sobre el tema, porque mucha de esta literatura tenía que ver con estudios sobre programas para la desintoxicación de drogas.
En 2014, dos investigadores de Sydney, Australia, lograron publicar una revisión de estudios sobre dietas de desintoxicación.
Los estudiosos no pudieron encontrar ensayos controlados aleatorios de dietas de desintoxicación comerciales, aunque sí encontraron una pequeña cantidad de estudios sin grupos de control.
Por ejemplo, en una investigación sobre una dieta de desintoxicación de siete días, llevada a cabo en 2000 con solo 25 personas, los participantes se sintieron más sanos después del estudio y hubo una tendencia hacia una mejor función hepática.
La mejoría, sin embargo, no fue estadísticamente significativa.
También encontraron ensayos pequeños que analizaban la eliminación de toxinas específicas del cuerpo, pero nuevamente la mayoría eran pequeños, no incluían controles o tenían otras fallas.
Los autores concluyeron que existe una falta de elementos que prueben que las dietas detox tienen un efecto beneficioso.
Anécdota vs. realidad
Estos elementos sitúan a la popular moda en el plano de lo anecdótico.
Las personas que realizan dietas rápidas o ayunos con jugos generalmente pierden peso a corto plazo, pero es difícil encontrar pruebas de que se mantengan en ese peso a largo plazo.
Entonces, ¿vale la pena molestarse en seguir una dieta detox?
En el caso del alcohol, es más saludable evitarlo por varios días cada semana del año, que por unas pocas semanas durante una sola desintoxicación.
Por supuesto, también es beneficioso para la salud dedicar un período de tiempo a comer más frutas y verduras.
Las soluciones rápidas no son tan beneficiosas como el seguir una dieta mediterránea y hacer ejercicio físico con frecuencia. Pero la idea de desintoxicación es algo que muchos encuentran atractiva.
Si te sientes bien al castigarte compensando tus excesivas indulgencias, tal vez sean tus pecados y no tus toxinas lo que estás dispuesto a lavar.
De cualquier manera, es posible que psicológicamente una desintoxicación pueda ayudarte a tener un nuevo comienzo, una ruptura entre tus viejos hábitos y los nuevos que te gustaría adquirir.
Sin embargo, debes tener un plan para lo que pueda suceder a continuación, o tus viejos hábitos volverán.
Tal vez la manera en que deberías pensar en las dietas detox es como una metáfora más para deshacernos de los viejos hábitos, en lugar de algo que elimina las impurezas del intestino y los órganos.
El cuerpo humano se desintoxica constantemente sin necesidad de tés, jugos o dietas especiales.
Pero puedes ayudarlo a hacer su trabajo comiendo una dieta saludable, tomando agua, haciendo ejercicio regularmente y durmiendo las horas necesarias.