Quelites: los grandes beneficios alimenticios de estas plantas mexicanas
Por mucho tiempo se despreciaron como "comida para pobres", pero las plantas mexicanas conocidas como "quelites" pueden ser en realidad un tesoro.
Su nombre proviene del náhuatl "quilitl", que significa en general "hierba tierna comestible", y se consumen desde épocas prehispánicas.
México ha registrado más de 300 variedades de "quelites", pero puede haber más de 500, según Edelmira Linares y Robert Bye, etnobotánicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Diversos estudios muestran los beneficios que estos vegetales ofrecen para la salud de quienes los consumen.
Sin embargo, hoy en día están subvalorados, según Amanda Gálvez, doctora en Biotecnología de la UNAM y directora de un proyecto de investigación de los quelites para reinsertarlos en la dieta mexicana.
"En el desierto, los tarahumaras y yaquis (indígenas mexicanos) han sobrevivido a épocas de hambruna gracias a los quelites, que les proporcionan vitaminas, minerales y otros compuestos poco estudiados, además de fibra, tan necesaria para una buena salud", escribe Gálvez en un suplemento de La Jornada del Campo, del diario mexicano La Jornada, de noviembre de 2017.
Además de estas ventajas, esta semana, algunos medios mexicanos informaron, citando un estudio de la UNAM, que los quelites son buenos o ayudan en el tratamiento contra la gastritis.
¿Qué tan cierto es esto y qué bondades tienen en verdad estas hojas que pueden casi salvar a poblaciones en dificultades?
Reducción del colesterol
Los quelites son fuente de vitaminas, minerales, ácido fólico y fibra, entre otras cosas, dice Cristina Barros, investigadora de cocina tradicional mexicana, que también participó en el suplemento La Jornada del Campo dedicado a a estos alimentos.
Además, contienen ácidos grasos, como el Omega 3 y 6, y ofrecen gran cantidad de antioxidantes, como sucede como las variedades de quelites llamadas chaya, chepil y alaches.
"El consumo de estas tres matas puede contribuir a la prevención de enfermedades crónico-degenerativas", aseguran Carolina Peña, del Instituto Tecnológico de Veracruz; y Mariana León y Amelia Farrés, de la UNAM, en el suplemento La Jornada del Campo dedicado a estas plantas.
Quelites más comunes
- Verdolaga
- Romeritos
- Quintoniles o amarantos
- Epazote
- Pápalo
- Quelite cenizo
- Yerba mora
- Chaya
- Chepil
- Alache
- Lentejilla
- Amolquilite o pipiamol
- Chepiles
- Lengua de vaca
Fuente: La Jornada del Campo (noviembre de 2017)
La chaya es el quelite más estudiado. Según estas tres expertas, "se ha documentado que ayuda a disminuir la glucosa en la sangre y el colesterol malo (...), posee un efecto antiinflamatorio y protector del corazón, contiene compuestos antioxidantes (coumarinas, flavonoides, esteroles) y minerales como cobre, zinc, calcio y magnesio".
Otro de los quelites, conocido como alache, funciona como agente antidiabético, según las investigadoras Irma Romero y Erika Gómez, del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
¿Contra la gastritis?
Los quelites pueden comerse "crudos, cocidos, fritos, en sopas, tacos, quesadillas, moles y guisados", señala la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, del gobierno de México.
Sus variados sabores y aromas también los convierten en buenos condimentos, indica esta oficina.
Irma Romero fue quien dirigió el estudio de los efectos de los quelites sobre el Helicobacter pylori, la bacteria que causa la gastritis.
La investigadora aclaró a BBC Mundo que su equipo solo había observado in vitro la interacción entre extractos de alaches, chepiles y chayas y la bacteria gástrica.
"Estos extractos detenían el crecimiento de la bacteria, mejor que el metronidazol (uno de los antibióticos que se usan contra la gastritis)", dijo.
Pero aún no se sabe si tendrían el mismo efecto en el estómago de las personas. "No te puedo decir que curan la gastritis, necesito otros experimentos para asegurarlo", reconoció Romero.
Aunque todavía no se sepa si acaban o no con este mal, la doctora Amanda Gálvez cree que estas plantas "deben llamarse 'especies valiosas' de la biodiversidad agrícola de México".