Qué tienen en común el cáncer de próstata y el de mama y por qué es importante saberlo
A nivel mundial, el cáncer de mama es el de mayor incidencia entre las mujeres y el de próstata, el segundo entre los hombres, solo superado por el de pulmón.
¿Tienen estos tipos de cáncer algo en común que haga que se repitan tanto?
Los científicos estudian desde hace años el principal vínculo entre ambos: las mutaciones en los genes BRCA que le impiden cumplir con su trabajo.
Estos genes se encargan de producir proteínas que suprimen los tumores que puedan surgir en nuestro cuerpo, ayudándonos a mantener un ADN sano.
Sin embargo, en algunas personas, estos presentan mutaciones que hace que dejen de reparar nuestro material genético.
Y son hereditarias al 50%.
El resultado es un aumento en el riesgo de padecer cánceres como el de mama, el de próstata, el de ovario o el de páncreas, entre otros.
Por eso es importante estar al tanto de los tipos de cánceres que se han dado en nuestra familia y, en el caso de los mencionados, incluso realizarse una prueba para saber si portamos estas mutaciones dañinas en el gen BRCA2 o en el BRCA1, que tiene funciones similares.
Expertos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en España, acaban de descubrir un motivo más: la gran mayoría de pacientes con cáncer de próstata que tienen mutaciones en el gen BRCA2 padecen una de sus versiones más agresivas y difíciles de curar, ya que hace metástasis.
Menos esperanza de vida
El tratamiento tradicional para el cáncer de próstata metastásico empieza por reducir los niveles de testosterona, pues el tumor depende de ella, como le explicó a BBC Mundo Elena Castro, investigadora de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata del CNIO.
"A veces se quitan los testículos, aunque es lo menos común, pero hay sitios donde todavía se hace porque es mucho más barato que ponerte una inyección trimestral. Pero lo habitual ya es hacer la castración con tratamiento médico", afirma.
"Si después de un tiempo, el tumor vuelve a crecer, eso lo llamamos resistencia a la castración".
A partir de ese momento, quienes presentan una mutación dañina en el BRCA2 suelen tener una supervivencia de 17 meses frente a los 33 meses de quienes no la tienen.
Ni la quimioterapia ni el aumento del tratamiento hormonal parecen actuar contra este tipo de cáncer, por lo que la prevención y la detección temprana se vuelven cruciales.
Castro y los investigadores Nuria Romero-Laorden y David Olmos lideraron un estudio en el que se siguió durante cinco años a 419 pacientes con cáncer de próstata avanzado. Es el primero de este tipo, ya que hasta ahora el resto se había basado en revisión de datos, según la experta.
A raíz de su descubrimiento, los investigadores estudian si estos pacientes podrían beneficiarse de las terapias que se usan con buenos resultados para el cáncer de ovario y mama.
Como el carboplatino o los inhibidores PARP, que contribuyen a la muerte de las células cancerosas. El CNIO comenzará un ensayo clínico en España sobre la eficacia de los platinos en estos pacientes financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Importante para la familia
Castro considera importante que los pacientes de cáncer de próstata metastásico se hagan la prueba para saber si son portadores de mutaciones en el gen BRCA2. No solo por ellos, sino también por sus familiares masculinos, pero sobre todo, por las femeninas.
"Los hombres que han heredado estas mutaciones tienen un 30% de posibilidades de desarrollar un cáncer de próstata en sus vidas, que es relativamente bajo si lo comparas con hasta el 80% de probabilidades de padecer cáncer de mama de las mujeres", le afirmó la experta a BBC Mundo.
Así que saber si se es portador puede ayudar a tomar precauciones como realizarse con mayor frecuencia chequeos preventivos de este tipo de cánceres.
A veces incluso se aconseja practicarse una doble mastectomía como medida preventiva, como hizo la actriz Angelina Jolie, que también se extirpó los ovarios y las trompas de Falopio alarmada por su historial familiar.
Su madre falleció de cáncer y, además, las pruebas genéticas que se realizó arrojaron que tenía mutaciones tanto en los genes BRCA1 como en los BRCA2..
A los hombres, saber que son portadores puede ayudar a sus médicos a anticipar que el tratamiento convencional no funcionará y que lo más probable es que el tumor haga metástasis.
Así, podrán optar a realizarles un seguimiento más cercano y utilizar otra estrategia, explicó Castro.