Qué tan extendida está "la deuda del almuerzo escolar" en el país más rico del mundo
¿Cómo es posible que, en la nación más rica del mundo, millones de estudiantes no puedan costearse el almuerzo escolar?
Esta desconcertante escenario es el que tratan de revertir algunos políticos en Estados Unidos.
En ese país, una cantidad considerable de niños y jóvenes que asisten a la escuela son incapaces de pagar por las comidas de los centros donde estudian, incurriendo en deudas y penalidades.
La "vergonzosa" situación ha llevado a que el senador demócrata Bernie Sanders y otros políticos de su mismo partido hayan levantado la voz para abordar la llamada "deuda del almuerzo escolar".
Sanders, uno de los candidatos a la nominación demócrata para las próximas elecciones estadounidenses de 2020, ha estado discutiendo el tema en las redes sociales y ha propuesto recientemente un proyecto de ley para frenar la situación actual.
Pero ¿qué tan extendida está la polémica deuda en EE.UU.?
"Humillados"
Alrededor de una cuarta parte de los niños (7,7 millones en total) que reciben almuerzos en escuelas públicas pagan el precio completo por estas comidas.
El resto se encuentra en una situación que los hace calificar para recibir comidas gratis o a precio reducido. Se trata de un programa financiado por el gobierno estadounidense, que actualmente beneficia a millones de niños en todo el país, tomando en cuenta los ingresos del núcleo familiar.
Pero, cuando los estudiantes no pueden hacer sus pagos de manera regular, algunas escuelas se niegan a servirles comidas o les ofrecen bocadillos en su lugar.
Según el diario británico The Guardian, un distrito escolar en el estado de Rhode Island revirtió una política que, por un tiempo, limitó a un sándwich de mantequilla de maní y mermelada a aquellos alumnos que debían dinero.
Bernie Sanders criticó esta realidad del sistema estadounidense en una serie de tuits a inicios de semana.
"La deuda del almuerzo escolar no debería existir en el país más rico del mundo", dijo. Y agregó que si llega a la presidencia garantizará "comidas gratuitas todo el año" en los centros educativos.
Esta semana, varios congresistas demócratas también anunciaron un proyecto de ley para evitar que los estudiantes que no pueden pagar su almuerzo sean estigmatizados por eso.
"En todo el país, los estudiantes cuyas familias tienen dificultades para costear las comidas escolares están siendo señalados y humillados a la hora del almuerzo", dijo la congresista Ilhan Omar al presentar la propuesta.
Y añadió que los alumnos no pueden "aprender o desenvolverse bien" en clase si tienen hambre.
El proyecto de ley también propone que el gobierno les reembolse a las escuelas el dinero de las comidas no pagadas de los estudiantes, por un período de hasta 90 días.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) asegura que EE.UU. ha adoptado medidas para poner fin a la "humillación del almuerzo".
"Estas son prácticas que avergüenzan a los niños que no pueden pagar la comida", ha dicho el organismo.
Las reglas oficiales para manejar el sensible tema prohíben "el uso de sellos manuales, calcomanías u otros marcadores visuales para identificar a los niños con deudas".
Por su parte, las escuelas deben discutir el delicado tema en privado y directamente con los padres, en lugar de a través de los niños.
Aumento de la deuda
En 2017, el USDA introdujo una regla que obligaba a las escuelas a tener políticas escritas sobre las comidas no pagadas, con el fin de dar respuesta al tema de la deuda del almuerzo.
"Estamos comprometidos a continuar trabajando con las escuelas para minimizar el impacto en los niños de los problemas de los cobros de comidas no pagadas ", dijo en ese momento un portavoz del organismo.
Algunos estados del país entre los que se cuentan Nueva York, Texas, California y Nuevo México han introducido una legislación que obliga a servir comidas a los niños, independientemente de que tengan deudas.
Y en estados como Nueva York, el almuerzo en todas sus escuelas públicas es gratuito desde 2017.
Sin embargo, esto ha ocasionado que las deudas por comidas no pagadas aumenten, de acuerdo con Diane Pratt-Heavner, del grupo de defensa Asociación de Nutrición Escolar (SNA, por sus siglas en inglés).
En 2017, por ejemplo, las escuelas de Denver anunciaron que también servirían comidas a los estudiantes que no podían pagarlas.
Como consecuencia, la deuda aumentó de US$13.000 a US$365.000, según el sitio web Chalkbeat.
¿Cuánta deuda hay?
En todo el territorio nacional existe una imagen incompleta de la deuda del almuerzo escolar.
No se conoce aún si el tema está llamando la atención recientemente porque la deuda está aumentando o porque, hasta el momento, el problema no había estado en el ojo de la opinión pública de esta manera.
Michael Hansen, director del Centro Brown para Políticas Educativas, dice que una explicación podría ser que muchos estados y distritos escolares todavía se están recuperando de los recortes presupuestarios impuestos después de la recesión de 2008.
Un estudio llevado a cabo en 2012 por el gobierno estadounidense encontró que el 58% de los distritos escolares incurrió en costos de comidas no pagadas durante el año escolar anterior.
Una encuesta más reciente realizada por el grupo SNA que comprendió 1,550 distritos escolares, halló que tres cuartos de los distritos públicos tenían una deuda de comida no pagada al final de 2017.
La deuda promedio a nivel de distrito escolar acumulada por todas las escuelas en esa área fue de US$2.500. Ya que las cifras no están desglosadas por escuela, no se sabe cuánta deuda tiene cada centro o cada estudiante.
Mientras algunos distritos han reportado cantidades sustancialmente más altas, otros han declarado cantidades mucho menores.
Los estudiantes pueden arrastrar su deuda de un año a otro. Pero si el estudiante se gradúa o abandona el área, lo cual hace que la suma se considere incobrable, el distrito debe pagarla.
Los fondos del gobierno no pueden usarse una vez que la deuda se vuelve "mala", por lo que las escuelas se ven obligadas a utilizar sus presupuestos escolares o buscar donaciones para liquidarlas, dice Pratt-Heavner.