La astrosismología, la técnica que permite revelar la "música" en el interior de las estrellas
Es una técnica que permite a los astrónomos escuchar y descifrar las "sinfonías" generadas en el interior de las estrellas.
Al igual que los sismólogos obtienen información sobre el interior de la Tierra investigando las ondas que producen los terremotos, la astrosismología permite acceder al interior de las estrellas a través de los movimientos generados en ellas.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, demuestra cómo la astrosismologia está ayudando a revelar secretos de estrellas muy masivas denominadas supergigantes azules.
La "música" en el interior de estas estrellas sonaba hace tiempo, pero solo ahora "se han abierto las puertas del concierto", señaló Sergio Simón-Díaz, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad de la Laguna, en España, y uno de los autores del estudio.
El uso de la astrosismología es posible gracias a telescopios espaciales de última generación como Kepler y Tess, de la NASA, que permiten observar las variaciones en en el brillo de estrellas durante períodos prolongados de meses.
"Estas estrellas en todo momento están teniendo esos movimientos en su interior, pero solo ahora hemos tenido la posibilidad observarlas de manera continuada", afirmó Simón-Díaz.
"Hemos cogido el audífono y nos hemos puesto a escuchar de manera apropiada esa música que emiten las estrellas".
Terremotos estelares
La astrosismologia investiga la variabilidad del brillo de las estrellas.
"Todas las estrellas aunque nosotros las veamos como puntos de luz en realidad no tienen siempre el mismo brillo", señaló Simón-Díaz.
"Esa variación del brillo superficial se debe a que en el interior están ocurriendo movimientos, pulsaciones y fenómenos físicos de ese tipo que se transmiten hasta la superficie y hacen que la luz se vea alterada por esos terremotos estelares".
La astrosismología investiga la luz que viene de las estrellas pero no en un momento preciso sino en sus variaciones en el tiempo, revelando datos sobre su interior.
"Cuando se generan terremotos en la Tierra, esas ondas se transmiten en forma diferente dependiendo del medio que se propagan, es lo mismo que ocurre con los sonidos que no se transmiten igual en el aire que en agua", explicó el astrónomo.
"Entonces, gracias a como se transmiten esos sonidos a medida que va atravesando diferentes materiales podemos tener información de las propiedades físicas en capas internas de la Tierra o en las estrellas, gracias al estudio de esas ondas".
Supergigantes azules
El estudio se centró en "supergigantes azules"
¿Qué significa ese término?
"Tenemos distintos tipos de estrellas por dos cuestiones. Una es la masa, hay estrellas como el Sol, otras tienen una masa menor que el Sol, son más pequeñas cuando nacen, y otras tienen una masa masa mucho mayor que el Sol", señaló Simón-Díaz.
Las supergigantes azules son estrellas masivas que nacen con mas de diez veces la masa del Sol.
El segundo criterio, según explicó el astrónomo, es que las estrellas nacen, evolucionan y mueren.
"Tenemos distintas fases evolutivas, por ejemplo, el Sol ahora mismo está en una época intermedia de su vida y en algún momento evolucionará a lo que se llama una gigante roja, y más adelanta a una fase de nebulosa planetaria y morirá como una enana blanca, es lo que le ocurre a las estrellas de tipo solar".
"En el caso de las estrellas de gran masa, nacen como estrellas que se llaman azules por su temperatura y cuando evolucionan pasan a ser supergigantes azules porque crecen de tamaño, y en algún momento de su vida se transforman en supergigantes rojas, estrellas muy grandes pero mas frías, y luego terminan explotando como supernovas".
Simón-Díaz señaló que una de las supergigantes azules más conocidas a nivel popular es el pie adelantado del guerrero en la Constelación de Orión.
El pie trasero, Betelgeuse, es una supergigante roja, una fase más evolucionada de estrella masiva. Y el pie adelantado es la supergigante azul llamada Riegel.
Los colores de las estrellas dependen de su temperatura.
Según la temperatura, las estrellas van pasando en el espectro de un color rojizo cuando son frías a un color amarillo como el Sol y cuando son mucho más calientes a un color azul, señaló el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias.
"Necesitas el terremoto"
El nuevo estudio reveló que las supergigantes azules tienen una variación en brillo característica, que indica propiedades en su interior que los astrónomos podrán investigar aplicando técnicas de astrosismología.
"El punto novedoso aquí es que existen estos terremotos en estas estrellas", señaló Simón-Díaz.
"Al observarlas durante un tiempo suficiente hemos visto que existen ondas en ellas, entonces podemos aplicar esas técnicas para acceder a su interior".
"Necesitas el terremoto para poder aplicar las técnicas de astrosismología. Podría haber ocurrido que no pulsasen, que no tuvieran variaciones, y si no tienes el terremoto no puedes saber nada".