Todos hemos experimentado ese momento en la mañana cuando suena el despertador y no eres capaz de salir de la cama. ¿Pero y si ese momento se repitiese todos los días?
Podrías tener dysania.
No es lo mismo que ser un dormilón o perezoso.
"Dysania es un término poco conocido que se utiliza para referirse a aquellas personas que son incapaces de levantarse por las mañanas", explica el doctor Mark Salter, del Colegio de Psiquiatras de Reino Unido, a BBC Three. "Es un comportamiento que puede verse en personas que padecen un trastorno depresivo mayor".
La dysania no es sentirte más cansado de lo habitual en la mañana: es una incapacidad crónica de salir de la cama.
Las personas que la sufren pueden quedarse en la cama durante días y experimentan ansiedad ante la idea de tener que levantarse.
También pueden experimentar una necesidad urgente de volver a la cama una vez fuera de casa.
Cómo identificarla
Según los expertos, la dysania es un síntoma de que algo -físico, emocional o psicológico- no funciona correctamente.
Por lo tanto es poco probable ser diagnosticado sólo con esta condición.
Por lo general se considera que es un síntoma de una enfermedad subyacente como la depresión o el síndrome de fatiga crónica.
Para identificar si alguien está experimentando dysania o clinomanía (un término relacionado que se refiere al deseo de permanecer en cama todo el día), el doctor Salter primero tendría que descartar si existe algún problema físico.
Luego le preguntaría al paciente qué otros síntomas está experimentando. Esto podría conducir a un diagnóstico de depresión.
"La depresión puede afectar al cuerpo de distintas formas", explica el doctor Salter. "Los trastornos del sueño, el letargo y el despertar temprano en la mañana son síntomas corporales de la depresión".
"Las personas con depresión severa, por ejemplo, pueden no ser capaces de levantar la mano para beber un vaso de agua", explica el experto.
Pero si no tienes otros síntomas aparte de no querer salir de la cama, puede que simplemente se te de muy mal levantarte por las mañanas.
Cómo combatir el letargo
Si no estás seguro de si tu letargo es un síntoma de una enfermedad más grave, intenta cambiar tus hábitos a la hora de dormir.
Primero, trata de regular cuánto duermes. La mayoría de los adultos necesitan entre seis y nueve horas.
Haz un poco de ejercicio cuando te levantes por las mañanas e intenta acostarte a la misma hora cada noche.
La relajación es clave: intenta tranquilizarte antes de ir a dormir con un baño relajante o algo de ejercicio ligero, como estiramientos de yoga.
No te olvides de eliminar las distracciones como teléfonos móviles y computadoras portátiles.
Otra manera de relajarte puede ser el sexo o la masturbación: a diferencia de otras actividades físicas, el sexo da sueño.
Si después de todo esto sigues experimentando ansiedad o depresión a la hora de levantarte de la cama, consulta con tu médico.
Pueda que sientas que simplemente eres un perezoso, pero a menos que vayas a revisión nunca lo sabrás con seguridad.