La advertencia de un grupo de científicos sobre el estado del esperma que producen los hombres en las naciones desarrolladas no ha pasado inadvertida, aunque ha sido calificada por algunos de exagerada.
La calidad del esperma producido por los hombres de Norteamérica, Europa y Australia se ha reducido a la mitad durante los últimos 40 años, según un estudio publicado en la revista Human Reproduction Update, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Hagai Levine, investigador de salud pública de la Universidad Hebrea de Jerusalén y epidemiólogo líder de la investigación, dijo sentirse "muy preocupado" por lo que esto podría significar que esta tendencia continúe en el futuro.
"Eventualmente esto podría ser un problema", le dijo Levine a la BBC. "Podría significar la extinción de la especie humana".
Otros científicos que no estuvieron involucrados en el estudio, elogiaron la calidad de la investigación, pero dijeron que aún es prematuro llegar a una conclusión como esa.
Disminuye la calidad y la cantidad
La investigación de Levine reunió los resultados de 185 estudios realizados entre 1973 y 2001, que analizaron las muestras de semen de casi 43.000 hombres.
Esto la convierte en una de las investigaciones más grandes hechas en esta área.
Levine encontró una disminución del 52.4% en la concentración de esperma y una disminución en el conteo de espermatozoides del 59.3% en hombres de Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda.
El estudio también indica que la tasa de disminución entre los hombres que viven en estos países es continua y posiblemente incluso va en aumento.
Los defectos de las investigaciones previas
En contraste, en América del Sur, Asia y África no se hallaron disminuciones significativas en la calidad del esperma, pero los investigadores señalan que en estos continentes se han realizado muchos menos estudios.
Varios estudios previos han mostrado una brusca disminución en el recuento espermatozoides en los países con economía desarrolladas, pero los escépticos dicen que una gran porción de estos estudios han sido defectuosos.
Algunos de ellos han investigado un número de hombres relativamente pequeño o han incluido solamente a hombres que acuden a clínicas de fertilidad, con lo cual es más probable que tengan baja calidad de esperma.
También hay preocupaciones relacionadas con el hecho de que los estudios que muestran una disminución en la cantidad de espermatozoides tienen más posibilidades de ser publicados en revistas científicas que aquellos que no.
Otra dificultad es que los primeros métodos para el conteo de esperma podrían haber sobreestimado el conteo real.
La suma de todos estos factores puede haber creado la falsa visión de la caída de la calidad del esperma.
Los investigadores, sin embargo, dicen haber tenido en cuenta algunas de estas deficiencias, lo cual ha disminuido el escepticismo de algunos científicos.
"Nunca he estado particularmente convencido por la cantidad de estudios publicados hasta ahora que muestran que la calidad de esperma humano ha disminuido en el pasado reciente", dice el doctor Allan Pacey, académico de la unidad de medicina reproductiva de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido.
"El estudio del doctor Levine y sus colegas, sin embargo, aborda de frente muchas de las deficiencias de los estudios previos".
Las causas de la disminución
El profesor Pacey cree que aunque el estudio de Levine reduce las posibilidades de errores, no los remueve totalmente.
Por esta razón, dice, sus resultados deben ser tratados con cuidado.
"El debate aún no se ha resuelto y claramente aún hay mucho trabajo por hacer", dice Pacey.
"Sin embargo, el estudio sí representa un paso adelante en la clarificación de la información que en última instancia nos permitirá definir mejores estudios para examinar este asunto".
No hay una evidencia clara que explique la aparente disminución en la cantidad de espermatozoides. Sin embargo, se ha asociado con la exposición a químicos usados en plásticos y pesticidas, la obesidad, el tabaco, el estrés, una dieta alta en grasas saturadas y el sedentarismo.
El doctor Levine, autor del estudio, dice que es urgente encontrar por qué la calidad de esperma está disminuyendo y hallar formas de cambiar esta tendencia.
"Si no cambiamos la manera en que vivimos y el ambiente y los químicos a los que estamos expuestos, me preocupa mucho lo que ocurrirá en el futuro".