Muchas personas tratan de cortar el consumo de pan, arroz, pasta y papas para evitar el sobrepeso.
Sin embargo, parece que una dieta que incluye una cantidad moderada de carbohidratos es la mejor para tener una mayor esperanza de vida, de acuerdo a los resultados de un gran estudio publicado en la revista The Lancet Public Health.
Los investigadores utilizaron los datos sobre alimentación de 15.400 personas de Estados Unidos que habían participado en un estudio previo y a las que siguieron durante una media de 25 años.
Y concluyeron que una dieta en la que menos del 40% o más del 70% de las calorías proviene de los carbohidratos está asociada a un mayor riesgo de muerte prematura.
O al contrario, que quienes obtienen aproximadamente el 55% de su energía a partir de hidratos de carbono tienen un riesgo de muerte prematura menor.
Cuatro años más
Para llegar a esas cifras los académicos estimaron a partir de cuestionarios qué proporción de calorías obtenían los individuos a partir de los carbohidratos, grasas y proteínas que comían. Y los dividieron en grupos.
Los científicos estimaron que a los 50 años la gente que comía una cantidad moderada de carbohidratos tenía una esperanza de vida media de 33 años más.
Pero esa esperanza de vida total de 88 años disminuía para los grupos cuyas dietas dependían mucho más o muchos menos de los carbohidratos.
En concreto, hallaron que:
- el grupo que seguía una dieta extremadamente baja en carbohidratos, con menos de un 30% de su energía total procedente de los mismos, tenía en promedio cuatro años menos de esperanza de vida a los 50 años.
- el grupo que seguía una dieta baja en carbohidratos, entre un 30 y un 40% de la energía total, tenían una reducción media de 2,3 años
- Y quienes obtenían más del 65% de su energía de los hidratos de carbono tenían una reducción en la esperanza de vida de algo más de un año.
Es decir, que como en tantas otras cosas en la vida, la clave está en la mesura.
Los autores del estudio cotejaron sus resultados con los de otras siete investigaciones previas con más de 400.000 personas y estimaron que las conclusiones eran similares.
Pero sus hallazgos no sugieren una relación causal, sino una correlación, ya que lo que hicieron fue un estudio observacional.
¿Con qué es mejor reemplazar los carbohidratos?
Sin embargo los científicos apuntaron también en este estudio que no todas las dietas bajas en hidratos de carbono son iguales.
Entre los hidratos de carbono se incluye la fruta, los vegetales y el azúcar, pero la fuente principal suelen ser los alimentos almidonados, como las patatas, el pan, el arroz, la pasta y los cereales.
Algunas de las dietas más populares en el mundo occidental en los últimos años, como la dieta Atkins, promueven un tipo de alimentación para perder peso en la que se restringe mucho el consumo de hidratos de carbono y se aumenta el de proteínas y grasas animales.
Con frecuencia la gente que las sigue tiende a comer menos fruta, vegetales y nueces.
Según los científicos, comer más ternera, cordero, cerdo, pollo y queso en lugar de hidratos de carbono está asociado a un ligero aumento del riesgo de muerte prematura.
Pero reemplazar los hidratos de carbono con proteínas y grasas de origen vegetal, como las legumbres y las nueces, reducía ligeramente el riesgo de mortalidad.
"Nuestros datos sugieren que las dietas basadas en pocos carbohidratos y productos animales, que son prevalentes en América del Norte y Europa, pueden estar asociadas a una esperanza de vida general más corta, y deberían desalentarse", dijo Sara Seidelmann, investigadora de medicina cardiovascular en la Universidad de Brigham y en el Hospital de Mujeres de Boston, quien lideró el estudio.