"Es como una necesidad constante de demostrar que mereces estar donde estás y una preocupación constante, antes de cada reunión: ¿voy a ser un idiota y la gente va a ver a través de la fachada y va a pensar que no hay nada que valga la pena detrás".
Hasta hace poco, Jeremy Newman era el CEO (director ejecutivo) global de BDO, una de las firmas de contabilidad más grandes del mundo, y actualmente preside importantes organismos gubernamentales y otras instituciones.
Es, sin ninguna duda, muy exitoso en su vida profesional y, sin embargo, aquí está, diciéndome que en privado se preocupa constantemente por no ser lo suficientemente bueno.
Y Newman no es el único.
En mis 25 años de investigación en liderazgo y firmas de servicios profesionales -como firmas de abogados y de contabilidad, consultoras y bancos de inversión- he escuchado a muchas personas brillantes, exitosas y aparentemente llenas de confianzaque se describen como inseguras.
Son "súper destacados inseguros", personas excepcionalmente capaces y ambiciosas, pero impulsadas por una profunda creencia en su propia insuficiencia.
¿Eres un súper destacado inseguro?
Cuando escribí sobre los súper destacados inseguros en mi reciente libro, "Leading Professionals: Power, Politics y Prima Donnas", obtuve una respuesta fenomenal de personas de todo el mundo, en una variedad de sectores, diciendo que se identificaron con el término.
Los súper destacados inseguros se hacen, no nacen. Y se hacen especialmente en la infancia, al experimentar inseguridad psicológica, financiera y física.
Por ejemplo, los niños que experimentan situaciones de pobreza repentina e inesperada suelen sentir que, como adultos, nunca podrán ganar lo suficiente para superar el temor de que esto vuelva a suceder.
Otros niños crecen pensando que son tenidos en cuenta y valorados por sus padres solo cuando sobresalen. Y esta actitud puede persistir mucho después de que se han ido de casa, porque han internalizado esa inseguridad como parte de su identidad.
Por eso no es de extrañar que personas tradicionalmente buscan empleo en firmas profesionales de élite, el tipo de firmas que han ofrecido los empleos más buscados para los graduados de MBA en todo el mundo.
Estas firmas, en efecto, dicen a los nuevos reclutas "somos los mejores en el negocio, y como usted trabaja para nosotros, eso también lo hace ser el mejor".
Y para las personas que dudan de su propio valor, eso se siente muy bien. Hasta que comienzan a preocuparse de que serán expulsados cuando no están a la altura de las expectativas.
Los sistemas de evaluación y recompensa dentro de estas empresas hacen que los temores sean muy reales. La promoción es altamente competitiva y, peor aún, no muy clara.
Competencia sin fin
La doctora Alexandra Michel, de la Universidad de Pensilvania, por ejemplo, ha investigado las vidas y carreras de numerosos banqueros de inversión.
"La recompensa al final del año depende de tu evaluación en relación con los demás. Y tú no sabes cómo se han desempeñado los otros. Solo sabes que son súper inteligentes y que están trabajando muy duro", explica.
En otras palabras, son personas que saben que se está midiendo directamente contra sus colegas. Pero como no saben realmente cómo están sus colegas, se ponen estándares muy altos, solo para estar seguros.
Y como todos en el sistema están haciendo esto, los estándares se vuelven más y más altos y se obligan a trabajar más y más.
Para los súper destacados inseguros, este patrón persiste.
Durante mi investigación, un alto ejecutivo de una firma de consultoría describió a dos colegas, quienes "sienten que les diré: 'Lo siento. No estás rindiendo en tu trabajo, tienes que irte'... Así que les digo '¿Estás loco? ¿Por qué no te vas a casa antes y piensas en tu familia?', y ellos dicen 'No, no, no, no, tengo que trabajar'".
Y cada vez más empleados jóvenes ven a sus líderes comportarse de esta manera y asumen que así es que podrán sobresalir. Por esto, el patrón se repite y se refuerza de manera constante.
Para algunos, sin embargo, esto también puede ser positivo. David Morley, hasta hace poco el socio principal de Allen and Overy, la firma global de abogados líder en el mundo, compara al abogado principal con el maestro de ceremonias de un circo gigante. "Y si eres bueno en eso y lo disfrutas, eso es muy estimulante", dice.
"Al final, puede generar una factura grande que paga un cliente agradecido, y así tiene a la mano un número muy tangible que ilustra el valor que él ha agregado. Y luego suena el teléfono y pasas al siguiente... es casi como una droga... este flujo de emoción... y si eres bueno en eso, hay muchas recompensas positivas que vienen de eso", dice.
Sin embargo, llevados a los extremos, las largas horas y la constante excitación pueden llevar a graves problemas de salud física y mental, que van desde el simple agotamiento hasta el dolor crónico, las adicciones, los trastornos de la alimentación, la depresión y otros factores.
Cómo curarse
Entonces, si eres un súper destacado inseguro, ¿qué puedes hacer al respecto? Como he explicado, los factores que crean la inseguridad se basan en la infancia, así que puedes hacer muy poco para influir en eso.
Sin embargo, puedes influir en cómo respondes.
Primero reconoce qué desencadena en ti esa actitud. Observa las formas en que tu organización está tratando de manipular tu comportamiento y cómo respondes.
Observa cuál de tus colegas es más probable que te haga sentir más ansioso a través de sus comentarios y acciones; prepárate para fortalecer tus defensas psicológicas si es necesario.
Segundo, define el éxito en tus propios términos, no en los de otros. Si te vas a entregar a tu trabajo en cuerpo y alma, elige uno en el que tengas la mejor oportunidad de tener éxitoy disfrutar de lo que haces.
No persistas en un trabajo que no te conviene: dejar un trabajo que "no puedes afrontar" no es un signo de fracaso, sino un signo de buen juicio y madurez emocional.
Y, tercero, respeta las hechos y celebra tu éxito. Una vez que un súper destacado inseguro ha alcanzado un objetivo, tiende a menospreciarlo y establece un nivel aún más alto.
Entonces, cuando hayas logrado algo, recuerda cuán preocupado estabas por no tener éxito, con qué frecuencia has tenido éxito a pesar de estas preocupaciones, y cuestiona tus patrones para determinar cuándo eres exitoso.
*Laura Empson es profesora de la Cass Business School de Londres e investigadora principal en el Centro sobre la Profesión Legal de la Escuela de Derecho de Harvard. Su libro más reciente es "Profesionales líderes: poder, política y prima donnas"(Leading Professionals: Power, Politics, and Prima Donnas).