Una serie de piezas de cuerdas de fibra de camélido o algodón, marcadas con distintos tipos de nudos, enredan a los investigadores de los Incas hace al menos un siglo.
Se trata de los "quipus" (palabra quechua para "nudos") que eran un sistema de registro, contabilidad y envío de mensajes del Tahuantinsuyo, como se le conocía al incanato.
En poco más de un siglo, este imperio se extendió desde Cusco, Perú, hasta el sur de Ecuador y Colombia, y partes de Chile y Argentina.
Una parte importante del legado de esta civilización fueron precisamente los quipus. Pero los estudiosos todavía no saben por completo qué cosas registraban o relataban, y aquí te contamos por qué se mantiene el misterio.
¿Qué se sabe de los quipus?
Actualmente se conservan alrededor de 1.000 quipus en museos de Alemania, Estados Unidos y Perú, y en colecciones privadas.
La mayoría de ejemplares fueron hallados en la costa y en la selva de Perú y datan de entre el siglo XV y mediados del XVI (hasta antes de la conquista española).
Aunque se cree que algunos quipus, elaborados entre los siglos VII y X d.C., pertenecieron a la cultura Wari, que dominó los Andes antes que los incas.
La mayoría de quipus consta de una cuerda principal horizontal, de la que cuelgan varias cuerdas verticales que llevan numerosos nudos, de distintos colores y formas, y atados siguiendo patrones complejos.
Según cronistas españoles y mestizos del siglo XVI, que transcribían las traducciones de los quipucamayocs (intérpretes de quipus), estos aparatos registraban censos, pago de impuestos, calendarios, eventos históricos, autoridades, jerarquías, canciones, genealogía inca, rebaños de camélidos, reservas de alimentos, etc.
Pero ninguno de los colonizadores aprendió ni explicó el método para "leer" o traducir un quipu. Al menos no lo dejaron por escrito.
Sin embargo, gracias al antropólogo estadounidense Leland Locke, que en 1923 publicó el libro "El Antiguo Quipu, un registro peruano de nudos", se sabe que los quipus eran una especie de expedientes numéricos organizados en base a un sistema decimal.
Hoy en día, los investigadores son capaces de reconocer los números representados en los quipus, según asegura Gary Urton, profesor de Estudios Precolombinos de la Universidad de Harvard y experto en quipus, en distintos artículos científicos que ha escrito sobre el tema en los últimos 20 años.
Códigos distintos
Pero los especialistas todavía no saben interpretar por sí mismos qué cosas eran las que contaban o a qué se referían esos números.
"Todavía no podemos leer las etiquetas nominativas, que parecen haber sido codificadas en los colores y otras características estructurales de las cuerdas", escribió Urton en un artículo del libro "Matemática y Contabilidad en los Andes", de 2012.
Es decir, el sistema decimal para los números podía confluir en los quipus con otros códigos, como el sistema de colores de las cuerdas, la forma en la que se configuraban las cuerdas, la posición, los tipos de nudos, etc.
Por estas razones, el doctor Galen Brokaw, profesor de la Universidad del Estado de Montana, opina el quipu es un "dispositivo semióticamente heterogéneo", ya que emplea diferentes códigos en su elaboración.
Además de esta complicación, Urton señala que hay unos cuantos quipus (alrededor de un tercio de los que se conservan) que no siguen el sistema decimal de numeración, si no patrones completamente distintos. Urton sospecha que se trata de quipus "narrativos".
Cecilia Pardo, subdirectora del Museo de Arte de Lima (MALI), dice a BBC Mundo que según las crónicas coloniales, estos quipus narrativos "podrían haber estado contando historias como memorias, hazañas, poemas que los quipucamayoc leían en actividades públicas de manera performática".
Quipu "Rosetta"
La solución a estos enigmas sería encontrar el "quipu Rosetta", como lo llama el profesor Urton.
El "quipu Rosetta" sería la combinación de un quipu y una interpretación confiable del mismo en español que permitan desbloquear al resto de quipus.
Según cuenta el profesor Urton a BBC Mundo, existen entre 40 y 50 transcripciones coloniales, pero ninguna encaja con los quipus existentes.
Pero todavía quedan muchos documentos de las colonias de España pendientes de revisar y en los que podrían seguirse buscando transcripciones.
"Nuestra mejor oportunidad de descifrarlos vendrá cuando podamos comparar un quipu existente con un registro colonial escrito de lo que estaba contenido en ese mismo quipu", dice Urton a BBC Mundo.
Pero hallar una transcripción que se corresponda con un quipu existente, ¿aseguraría necesariamente entender al resto?
¿Homogéneos?
Urton reconoce que los expertos no saben "en qué medida los quipus estaban estandarizados en todo el imperio Inca", según comenta a BBC Mundo. "Pudo haber diferencias regionales o étnicas en el registro".
"[Pero] hasta ahora, por lo que hemos visto, parece que probablemente estaban bastante estandarizados", aclara.
En sus investigaciones, Urton recoge testimonios de cronistas españoles sobre una "escuela" en Cusco para capacitar a los quipucamayocs en una tradición común para elaborar y manejar los quipus.
"Por lo tanto, creemos que si encontramos una transcripción, será una buena pista para ayudarnos a comprender a todos los quipus. Pero todavía debemos determinarlo", dice Urton a BBC Mundo.
* Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Arequipa, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad peruana entre el 7 y el 10 de noviembre.