(*La autora de este artículo pidió mantener el anonimato).
Tengo un secreto. No, realmente no es un secreto. Es algo sobre lo que habitualmente le miento a la única persona en el mundo con quien comparto casi todo.
Mi novio y yo vivimos juntos. Compartimos nuestra casa, nuestra cama, nuestras compras, nuestras esperanzas, nuestros miedos y nuestra cuenta bancaria conjunta.
Sé todo sobre él, incluso las cosas que desearía no haber sabido, y él sabe todo sobre mí, incluso las cosas que he tratado de olvidar.
Eso es amor, ¿verdad? La divulgación completa.
Pero gano más que mi novio, y hago todo lo posible por ocultarlo. ¿Por qué?
Una encuesta de 2017 sobre este tema recientemente se volvió viral.
Uno de sus hallazgos clave fue que las millenials todavía se avergüenzan o les "preocupa" ganar más dinero que sus parejas masculinas.
Una participante anónima le dijo al entrevistador que "se aterró" y luego "se entristeció" de que su reacción inicial, cuando se dio cuenta de que ganaba más que su marido, hubiera sido vergüenza.
Muy acertadamente, esto provocó un millón de tweets y unos pocos artículos acerca de que está "bien" que las jóvenes ganen más que sus parejas masculinas.
Estamos tratando desesperadamente de cerrar la brecha salarial de género y, por fuera, celebramos a las mujeres que tienen éxito y reciben un pago justo por ello.
Eso es exactamente lo que yo también dije en conversaciones con amigos y en las redes sociales.
Señalé que sólo resarciremos el desequilibrio de poder entre hombres y mujeres en el lugar de trabajo, el mismo que permitió que el acoso sexual prosperara en las industrias de todo el mundo, cuando las mujeres ganen lo mismo, si no más que los hombres.
Incluso cité estadísticas, como el hecho de que, en 2017, el Foro Económico Mundial advirtió que tomará 217 años cerrar la brecha salarial, lo que hace que todo esto sea muy urgente.
Y, sin embargo, en privado, guardé mi secreto. En casa, todavía no practico lo que predico, y nunca lo hice.
En este momento, mi novio y yo estamos desesperados por ir de vacaciones. Nunca hemos ido juntos simplemente porque no hemos podido pagarlas, así que trabajamos, trabajamos y... trabajamos.
Pero, podría haber sido diferente.
Yo podría haber pagado todo pues, por un golpe de suerte, conseguí un gran contrato. Pero en lugar de ofrecerme para afrontar los costos, me callé el hecho de que tengo más de US$7.000 escondidos en una cuenta de ahorros.
"Me preocupa que se sienta mal"
Cuando conocí a mi novio, ya ganaba unos US$25.000 más que él al año. Él es jardinero y yo trabajo en la industria editorial.
Con la excepción de una breve pausa en mis ganancias durante 2016/17, cuando acepté un recorte salarial por un trabajo que realmente quería, siempre he ganado más que él durante nuestra relación de 6 años.
Ahora vivimos juntos, y espero que estemos juntos hasta que uno de nosotros muera,. Pero todavía no sabe la verdad sobre mis finanzas.
Y esta es la cuestión: nuestra relación estuvo en su mejor momento cuando él fue brevemente el sostén de la familia.
En ese entonces me prestaba dinero; si comíamos fuera, él pagaba y, algunas veces, incluso me compró ropa.
Yo odiaba que fuera así y él se quejó un poco, pero, en el fondo, yo sabía que sentía que finalmente estaba a la altura de una presión social deformada para ser "el hombre de la casa".
Durante ese año en que no gané mucho dinero, gané un premio por mi trabajo. Él estaba genuinamente feliz por mí, y sentía que había jugado un pequeño papel en él porque había sido capaz de hacerlo posible financieramente.
Recuerdo ir a una cena de celebración ese año en mi cumpleaños. Pagó, tomamos un taxi a casa, y luego hicimos el amor como nunca. De hecho, durante todo ese año, el sexo fue el mejor que hayamos tenido. Sentía, de alguna manera, que teníamos el equilibrio perfecto.
Mi novio es brillante y exitoso por derecho propio, pero, por mucho que sé que se enorgullece de mi éxito, también sé que se siente bien porque "lo necesito".
Tal vez esa es la razón por la que sigo ocultando la verdad.
Como si mi propia hipocresía no fuera lo suficientemente mala, lo peor de todo esto es que las mujeres que tienen los salarios más altos de sus relaciones podrían tener razones para ser cautelosas.
Un estudio de Harvard en 2016 encontró que las parejas tienen más probabilidades de divorciarse si el esposo trabaja a tiempo parcial o no trabaja en absoluto. La autora del estudio, Alexandra Killewald, escribió que se debe a que "la norma del marido que gana el pan persiste".
¿A qué estoy jugando?
La cantidad de mis ahorros no es enorme en comparación con lo que Rihanna, Beyoncé y Meghan Markle han escondido.
Pero, para mí -alguien que vio a mi familia escatimando, abrió la puerta de la casa cuando venían a embargar en más de una ocasión y escuchó a mi madre hablar por teléfono cuando se resignaba a vender todos sus objetos de valor- es mucho.
Mis padres tenían ambos orígenes muy modestos. Mi padre luego se convirtió en un banquero en los años 80. Nadie de su familia había imaginado tener la cantidad de dinero que ganaba. Pero, a principios de los 90, todo se vino abajo. Mi padre perdió su trabajo y, poco después, perdimos nuestra casa.
Después de un par de años de dificultades, mi madre estableció su propio negocio y se convirtió en el sostén de la familia. Finalmente, eso llevó a mis padres a separarse.
¿Por qué? El frágil ego de mi papá no podía manejarlo. Lo oía hablar con la gente y fingir que la compañía de mi madre era "realmente suya".
De adolescente, vi lo que le pasó a mi familia cuando mi mamá empezó a mantenernos y, recientemente, he visto lo que ha hecho con algunas de las relaciones de mis amigos.
Una de ellas, Melissa*, es una exitosa fotógrafa independiente. En los últimos años, compró una casa para ella y su novio, lo apoyó cuando no estaba trabajando, pagó las vacaciones, ordenó las cuentas y supervisó las compras de alimentos.
En público, él dice cuánto le gusta estar con una "mujer fuerte". En privado, sé que pelean constantemente; he visto algunos de los mensajes de manipulación emocional que le envía, haciéndola sentir culpable por estar fuera trabajando.
Otra, Kayley*, es una consultora de administración y fácilmente gana el doble de lo que gana su ex novio. Y es 'ex' porque Fred* dejó a Kayley poco después de que se mudaron de la casa de ella a un apartamento más barato para que él se sintiera más cómodo.
Desde entonces le da susto contarle a los hombres con quienes tiene citas la verdad sobre lo que gana.
A pesar de que abiertamente le digo "no importa", y la animo a "ser ella misma" porque "a la persona adecuada no le importará", la verdad es que probablemente haría lo mismo si fuera soltera.
Mi conflicto se desprende de haber visto lo que sucede cuando la mujer es sostén de la familia con las relaciones de aquellos a quienes quiero, y de experimentar lo que sucedió cuando mi novio sintió que me estaba manteniendo.
Me avergüenza el hecho de que estoy siendo deshonesta con la única persona en el mundo a quien debería contarle todo. Y, más que eso, me da vergüenza el hecho de que todavía no vivimos en un mundo en el que puedes ser una joven exitosa y no sentirte así.
¿Cómo cerraremos la brecha salarial de género, y mucho menos conseguiremos que haya más mujeres en los puestos de mayores ingresos, si algunas de nosotras ni siquiera podemos ganar unos miles de dólares más que nuestras parejas sin preocuparnos por lo que les hará a sus egos?
Sin embargo, a nivel personal, realmente espero que mi novio y yo lleguemos a un punto en el que el equilibrio cambie.
Quiero ser abierta acerca de mis ganancias sin temor a que él se molestará. Del mismo modo, no quiero sentir la presión de contribuir más a nuestra vida juntos que él. No quiero que él me mantenga pero tampoco quiero mantenerlo.
Solo quiero que seamos iguales, independientemente de lo que haya en nuestras cuentas bancarias.
*Los nombres de los protagonistas fueron cambiados para proteger identidades. Puedes encontrar el artículo original en inglés en el sitio de BBC Three haciendo clic aquí.