Desde consejos sobre cómo ponerse un tampón hasta relatos inconfesables de una primera cita, mujeres de distintas partes del mundo han empezado a compartir historias personales sobre la menstruación en las redes sociales.
Estas confidencias son parte de una iniciativa que, utilizando la etiqueta #freeperiodstories, quiere abordar el estigma que hay alrededor de la regla.
¿Pero qué cosas comparte exactamente la gente y por qué es importante?
Algunas mujeres, comparten historias de momentos extraños con amigas.
"Ese momento en que ayudas a una amiga a ponerse su primer tampón, dirigiéndola verbalmente desde fuera del baño y luego salen, preocupadas de que algo no está bien, y tú miras y te das cuenta de que está muy atrás... sí, eso #freeperiodstories", escribió Emma en un tuit.
Otras, como Natasha, relatan historias sobre cómo tocar el tema con un hombre.
"Una vez, durante una cita, se me cayó la cartera y como siete tampones se desparramaron por el suelo. Cuando él se agachó para ayudarme a juntar mis pertenencias, entré en pánico: '¡NO SON MÍOS!' ¿Cuáles son tus historias #freeperiodstories?".
Pero además de los cuentos graciosos, algunas historias resaltan cómo esa incomodidad puede llevar a algo más serio.
Alice escribió un tuit sobre su experiencia con la endometriosis y, como resultado, otras mujeres respondieron con historias similares: "Yo tenía 12, estaba en el cine, y no entendía qué estaba pasando. Después de desmayarme constantemente, perder litros de sangre y esperar nueve años, me diagnosticaron con endometriosis en estadio 4".
"Lo resolvemos solas"
La etiqueta fue creada por Amika George, una activista británica cuya campaña se centra en el tema de la menstruación
Este año, George ayudó a lanzar otra campaña en Reino Unido para que haya tampones y toallas femeninas gratuitas en las escuelas primarias y secundarias.
George dice que lanzó esta propuesta para mantener viva la conversación sobre la regla después del éxito que tuvo su campaña.
"Desde que somos pequeñas, nos han venido diciendo que hablemos en susurros sobre la regla, que digamos lo menos posible sobre el tema, incluso a nuestros amigos. Lidiamos con ellos solas", afirma George.
"Necesitamos cambiar esa narrativa que dice que es repugnante y que la menstruación no es algo que se discuta en un espacio público".
El estigma generalizado que rodea la regla ha hecho que muchas veces la hayan querido escuchar en el pasado.
"Hay gente que me dio muchas excusas y se fue apenas empecé a hablar sobre la pobreza menstrual", dice aludiendo a una expresión que se utiliza para describir la falta de acceso a productos sanitarios y un espacio seguro e higiénico para usarlos que afecta a mujeres en todo el mundo.
"Necesitamos compartir información desde temprano"
Para Celia Hodson, fundadora de la iniciativa escocesa Hey Girls para acabar con la pobreza menstrual, compartir historias puede ayudar a combatir el estigma.
"Una niña nos dijo que su novio le preguntó por qué no podía esperar hasta llegar a su casa para tener la regla", dice.
Investigaciones llevadas a cabo por Hey Girls, que ofrece un modelo de "compra uno, da uno" para los productos sanitarios para la regla, señala que al 48% de las niñas y mujeres les da vergüenza hablar de la menstruación.
Hodson cree que eso puede cambiarse a través de la educación.
"Solo teniendo esta conversación y compartiendo información desde una edad temprana podemos empezar a desarticular tabúes", dice.
Catarsis
Gabby Edlin, fundadora del proyecto para combatir la pobreza menstrual llamado Bloody Good Period, dice que reírse sobre la regla puede contribuir a que la gente se relaje, y estimula una conversación sana sobre el tema.
Según Edlin, no tener dinero para comprar tampones y toallas femeninas no es el único problema: la falta de discusión también puede ser dañina.
Y da el ejemplo de alguien que no se puede concentrar en clase porque la maestra dice que no se puede ir al baño y no se siente cómoda diciendo que tiene que ir porque necesita cambiarse la toalla sanitaria.
Chella Quint, una activista menstrual que hace campaña para mejorar la educación sobre la regla, dice que hablar sobre esto le permite a la gente "comparar notas" y afirma que compartir su propia "historia de horror sobre una pérdida" le resultó una experiencia catártica.
Quint cree que el mismo lenguaje puede perpetuar el estigma sobre la regla y por ello ha creado una guía para ayudar a instituciones y comunidades a cambiar la forma en que se habla de la menstruación.
"Sanitaria implica que estamos sucias sin ellas y protección que no estamos seguras sin ellas", explica en relación a las toallas sanitarias.
Privados pero no secretos
Affi Parvizi-Wayne, activista y fundadora de la empresa de productos para la regla orgánicos Freda, tampoco está de acuerdo con la terminología asociada a la menstruación.
"La regla, como cualquier otra función corporal, es privada, no secreta", dice.
Parvizi-Wayne explica algunos inversores potenciales en su compañía mostraron una "falta de conocimiento básico" y le preguntaron por qué su empresa hacía predicciones de negocios tomando en cuenta feriados y fines de semana.
"¡Les tuve que explicar que a la regla no le importan las vacaciones!", exclama.
"La conversación tiene que cambiar para que los productos relacionados con la menstruación se consideren tan esenciales como el papel higiénico".
El cambio verdadero, dice, vendrá cuando estén en "cada baño fuera de la casa".