Cuesta imaginarlos tan bajos como un perro, con patas de varios dedos y desplazándose a una velocidad parsimoniosa.
Pero así eran los ancestros de los caballos que habitaron nuestro planeta hace más de 50 millones de años.
Se cree que los cambios anatómicos que dieron como resultado a los caballos tal y como los conocemos ahora fueron impulsados por el cambio de hábitat que los llevó de los bosques a las praderas.
¿Pero por qué como parte estos cambios los equinos ?la familia formada por los caballos, asnos y cebras? se convirtieron en los únicos animales vivos con un solo dedo?
La pregunta tenía intrigados a científicos desde hace tiempo y, ahora, un equipo de investigadores dio con la respuesta.
Según la investigación, publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B, a medida que los caballos fueron aumentando de tamaño, tener un solo dedo grande (en vez de varios más pequeños) los hizo más resistentes a la presión ósea.
"El dígito central compensaba simultáneamente el aumento en el tamaño del cuerpo y el achicamiento de los dígitos laterales", explicó Brianna McHorse, autora principal del estudio y estudiante de doctorado de la la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
"Eso es algo que definitivamente no sabíamos antes".
Una grande, mejor que varios pequeños
McHorse y su equipo analizaron los huesos de las patas de 12 caballos extintosy calcularon la presión sobre las patas a la velocidad del trote, el galope y el salto.
Los resultados mostraron que, para muchas de esas especies, los dedos laterales cumplían un rol crítico para soportar el peso del animal y evitar una potencial fractura del dedo medio.
Pero a medida que la masa corporal fue aumentando, dicen los investigadores, el dedo central fue ganando en tamaño, volviéndose así más resistente al estrés óseo, mientras que los dígitos secundarios se fueron reduciendo hasta desaparecer por completo.
"El dígito del medio compensó cambiando su geometría interna, dando lugar a especies de caballos cada vez más grandes que pudiesen eventualmente pararse y moverse en un solo dedo", explicó Stephanie Pierce, coautora de la investigación.
"La cantidad de hueso también aumentó, permitiéndole resistir la compresión y el arqueo, que son de una importancia crítica para los animales de cuerpo grande".
McHorse comenta que la reducción de los dígitos es un tema que se repite a lo largo de la evolución.
Sin embargo, aclara, "llegar al extremo de un solo dedo... es una estrategia inusual. De hecho, los equinos son los únicos animales vivientes con solo un dedo".