En vida, el fundador de la revista Playboy, el estadounidense Hugh Hefner, presidía la juerga con una harén de mujeres en la infame Mansión Playboy, sinónimo de hedonismo y excesos sexuales.
En muerte, seguirá el mismo patrón pero sólo con una mujer: la icónica actriz hollywoodense Marilyn Monroe.
Hefner, quien murió el miércoles a los 91 años, compró en 1992 la cripta contigua a la tumba en la que descansa Monroe, por US$75.000.
La situación ha dividido a la opinión pública, ya que algunos lo interpretan como un gesto conmovedor y otros como una sórdida intrusión.
Los adeptos del editor lo han elogiado en las redes sociales por su aprecio hacia Monroe, quien figuró en la primera portada de Playboy, antes de su muerte prematura en 1962.
Estos dos tuits elogian el hecho que de Hefner podrá pasar toda la eternidad al lado de Marilyn Monroe.
Pero otros señalaron que, aunque Herner hubiese erigido su imperio y su estilo de vida sobre esa primera edición de Playboy, de diciembre de 1953, Monroe estaba avergonzada por la sesión fotográfica en la revista y temió que comprometiera su carrera actoral.
De joven, ella había aceptado posar desnuda para un calendario, cuando se encontraba con poco trabajo actoral y económicamente desesperada. Recibió US$50 por el modelaje.
Cuatro años después, Hefner pagó US$500 a una empresa de calendarios en Chicago por los derechos de mostrar a Marilyn "sin nada encima" y la revista vendió 50.000 ejemplares casi de un día para otro.
Zena Wozniac, arriba, critica la idea que Hefner se estará insinuando aún en la ultratumba, mientras que Louise Wallace, abajo, lo considera "espeluznante".
Sin embargo, su destape en Playboy no afectó su ascenso al Panteón de Hollywood y se puede argüir que promovió su imagen como diosa sexual absoluta.
En el libro "Marilyn; Her Life in Her Own Word" (Marilyn: su vida en sus propias palabras), un recuento de su vida, la actriz relató: "Jamás recibí siquiera un agradecimiento de parte de aquellos que me tomaron millones de fotos desnuda. Hasta tuve que comprarme mi propio ejemplar de la revista para verme en ella".
Hefner nunca conoció personalmente a la estrella de "Una Eva y dos Adanes", "La comezón del séptimo año" y "Los caballeros las prefieren rubias".
Sin embargo, aseguró haber hablado con ella una vez por teléfono. "Las rubias me dejan embobado y ella es la rubia absoluta", observó.
En referencia a sus planes fúnebres, el multimillonario le dijo al diario estadounidense LA Times que muchos de sus amigos estaban enterrados en el Parque Mortuorio de Westwood Village, en Los Ángeles.
Leyendas de la pantalla gigante como Natalie Wood, Dean Martin y Farrah Fawcett se encuentran entre las celebridades que descansan allí.
"Soy un creyente en las cosas simbólicas", explicó al diario. "Poder estar eternamente al lado de Marilyn es una propuesta demasiado deliciosa para pasarla por alto".