Durante seis años ningún médico se tomó en serio los dolores extremos que describía Carrie-Mae Macmillan. Sentía tanto dolor que no podía caminar, moverse ni mantener un trabajo.
Su doctor siempre le decía que el dolor de regla es normal y desestimaba lo que ella describía.
Ahora, Carrie-Mae tiene un diagnóstico claro: endometriosis, una enfermedad poco conocida, pero común entre las mujeres, pues se estima que afecta a una de cada diez.
Esta inglesa cree que la endometriosis es la culpable del fracaso de su matrimonio, de los abortos que sufrió y de su incapacidad laboral.
"Demasiado joven"
Con la endometriosis, hay tejido que se comporta como si fuera tejido del útero en otras partes del cuerpo. Y eso causa duros síntomas.
Tanto es así que a los 28 años Carrie-Mae le rogó a su cirujano que le hiciera una histerectomía, una operación en la que se extirpa todo o parte del útero, incluidas las trompas de Falopio y los ovarios.
"Veía al cirujano más de lo que veía a mi familia", le dijo Carrie-Mae a la BBC. Pero los médicos no cumplieron su deseo.
"Me dijeron que era demasiado joven, que era una operación demasiado grande y que mi estado no era de una gravedad de vida o muerte, así que el servicio público de salud no lo haría".
Pero a lo largo de diez años Carrie-Mae se sometió a más de 25 cirugías relacionadas con su endometriosis.
Un círculo vicioso
"Se me formaban adhesiones de tejido en el cuerpo, adhesiones que hacían que se pegaran las dos trompas de Falopio. El dolor era insoportable", cuenta.
Tuvo que hacerse varias cirugías con laparoscopía para retirar las adhesiones en su útero y en la vejiga, pero a medida que pasaba el tiempo los períodos de alivio se volvían más y más cortos.
Al final Carrie-Mae se fue a un hospital privado y pagó por su histerectomía. Tenía entonces 33 años.
De eso hace ya dos años, pero para entonces había tanto daño que todavía tiene que someterse a operaciones para retirar tejidos adheridos.
En realidad Carrie-Mae tiene dolores desde los 17 años.
Sospechaba desde bien temprano que tenía un problema, pero siente que nadie la tomó en serio durante mucho tiempo.
"Lo descartaban como "problemas de mujeres. Fueron pasando los años y yo no podía salir de la cama, faltaba a la escuela, me sentía muy mal, me desmayaba y me tenían que llevar al hospital".
Después de casarse, a los 21 años, los síntomas se hicieron aún más fuertes."Fue absolutamente horrible, estaba metida en un círculo vicioso. Tuve varios abortos espontáneos, que son una de las complicaciones de la endometriosis, y la tercera vez que pasó me destrozó totalmente".
"Me sentí como avergonzada. Soy una mujer y se supone que debería poder tener hijos".
"Impacto grave sobre la salud mental"
Aunque es un mal relativamente común, es increíblemente difícil diagnosticar y tratar la endometriosis en una etapa temprana. En Reino Unido como media toma siete años y medio llegar a un diagnóstico, le dijo a la BBC Louise Peim, de la organización de poyo Endometriosis UK.
"Las mujeres normalmente van al médico varias veces, les dicen que su dolor es normal y que los síntomas probablemente sean por el Síndrome de Intestino Irritable", explicó, "muchas mujeres lidian con eso durante mucho más tiempo y no sabemos cuántas andan por ahí medicándose con pastillas para sobrellevar la enfermedad".
"Necesitamos una mayor educación y concientización sobre esto, tanto entre los profesionales médicos como entre las propias mujeres".
"Si una mujer experimenta estos síntomas y el profesional de la salud los normaliza, eso puede tener un impacto grave sobre su salud mental".
"Que todo este dolor haya servido para algo"
Al final fue un médico que sustituyó al habitual el que le dio a Carrie-Mae el diagnóstico que tanto necesitaba. Eso dio pie a muchas cirugías, pero al menos ahora ella sabía que los médicos la tomaban en serio.
Ahora Carrie-Mae quiere concientizar a las mujeres sobre esta enfermedad para ayudarlas a que busquen un diagnóstico temprano y para ello empezó un blog en Facebook, llamado Mylifewithendo:wombraider.
"No quiero que todo por lo que yo he pasado no sirva para nada. Si al compartir mi experiencia puedo hacer que una joven piense "voy a forzarlos a que lo tomen en serio", entonces quizás puedan tener una vida muy diferente a la mía".
"Estoy segura de que si me lo hubieran diagnosticado antes, no habría tenido ni la mitad de complicaciones que he tenido, incluso podría haber tenido quizás una familia y todo podría haber sido diferente".