El inglés es hablado por cientos de millones de personas en todo el mundo, es la lengua franca preferida en el mundo: el idioma al que las personas suelen recurrir cuando no comparten una lengua.
Pero ¿podría el desarrollo de las nuevas tecnologías de traducción y de los idiomas "híbridos" amenazar su predominio?
¿Sabes qué país cuenta con el mayor número de hablantes de inglés o de personas que aprenden a hablar inglés?
La respuesta es China.
Según un estudio publicado por Cambridge University Press, hasta 350 millones de personas en ese país tienen algún conocimiento de inglés, y en India hay otros 100 millones.
Probablemente haya más personas en China que hablen inglés como segundo idioma que estadounidenses que lo hablan como el primero, pues una quinta parte de los estadounidenses hablan un idioma diferente al inglés en sus hogares.
Pero, ¿por cuánto tiempo calificará el inglés como el "idioma favorito del mundo"? El Foro Económico Mundial estima que alrededor de 1.500 millones de personas lo hablan, pero menos de 400 millones lo tienen como su primer idioma.
Por supuesto que hay más de un inglés. Incluso en Inglaterra. En la histórica ciudad portuaria de Portsmouth, por ejemplo, el dialecto regional, pompeyo, todavía está en uso, a pesar de los desafíos de las nuevas formas de inglés británico y americano online.
Así que los días del inglés como el idioma global más importante del mundo podrían estar contados. Para decirlo de manera más dramática: las computadoras están llegando y están ganando.
Otro ejemplo es el de los artículos escritos en inglés. Con un par de clics en tu computadora o tu tablet podrías fácilmente leerlos en alemán o japonés.
Entonces, ¿para qué molestarse en aprender inglés si las computadoras ahora pueden hacer todo el trabajo por ti?
Hoy si quieres hacer negocios internacionales, jugar los últimos videojuegos o escuchar la música más popular, tendrás dificultades si no hablas inglés. Pero las cosas están cambiando de manera veloz.
En la Universidad de Stanford, en California (EE.UU.) Wonkyum Lee, un científico informático de Corea del Sur, está ayudando a desarrollar una tecnología de traducción y reconocimiento de voz que cree que será tan buena que cuando llames a una línea de atención al cliente no sabrás si estás hablando a un humano o a una computadora.
Christopher Manning, profesor de aprendizaje automático, lingüística e informática en la misma institución, insiste en que no hay ninguna razón para que, en un futuro muy cercano, la tecnología de traducción informática no pueda ser tan buena o mejor que la de los traductores humanos.
Pero este no es el único desafío al que se enfrenta el inglés. Debido a que muchas personas lo hablan como su segundo o tercer idioma, las formas híbridas se están extendiendo, combinando elementos del inglés "estándar" con los idiomas vernáculos.
Solo en India se habla el hinglish (hindi-inglés), el benglish (bengali-inglés) y el tanglish (tamil-inglés).
En EE.UU. muchos hispanoamericanos, con sus raíces en América Central y América del Sur, hablan spanglish, combinando elementos del inglés y del idioma de sus padres y abuelos.
La lengua es más que un medio de comunicación. También es una expresión de identidad que nos dice algo sobre lo que el otro siente respecto a quién es.
El poeta de San Francisco Josiah Luis Alderete, que escribe en spanglish, lo llama el "lenguaje de la resistencia": una forma para que los hispanoamericanos se aferren a su herencia y expresen su orgullo, incluso si nacieron y se criaron en EE.UU.
El inglés debe su dominio global a ser el idioma que se habla en lo que hasta hace poco eran dos de las naciones más poderosas del mundo: EE. UU. y Reino Unido. Pero ahora, especialmente con el ascenso de China como una superpotencia económica, esta lengua está siendo desafiada.
Si eres un joven ambicioso que busca empleo en África subsahariana es mejor que aprendas chino mandarín y busques trabajo en China, antes que confiar en tu inglés de nivel escolar y la esperanza de un trabajo en EE.UU. o Reino Unido.
En EE.UU. aprender chino es cada vez más popular. En 2015, se informó que el número de estudiantes del idioma se había duplicado en dos años y, a nivel universitario, había aumentado en un 50% en la última década.
En Uganda, sin embargo, todas las escuelas secundarias deben dar clase exclusivamente en inglés y algunos padres enseñan a sus niños pequeños el inglés como su primer idioma. En muchas partes del mundo, el inglés todavía se considera como un pasaporte al éxito.
Entonces, ¿está en riesgo el futuro del inglés? No lo creo, aunque su dominio global bien puede disminuir en las próximas décadas.
Como todos los idiomas, cambia constantemente y se adapta a las nuevas necesidades. Hasta hace poco la palabra "texto" era un sustantivo. Ahora también es un verbo, como en "textear a alguien".
La tecnología de traducción computarizada, la difusión de idiomas híbridos, el ascenso de China, todos plantean desafíos reales.
Pero continúo considerándome inmensamente afortunado de haber nacido en un país donde puedo apreciar y compartir el idioma de Chaucer, Shakespeare, Milton y Dickens, aunque lo que llamo inglés sea muy diferente al de ellos.