De pronto, el nombre de Bong Joon-ho está en la boca de los amantes del cine gracias al histórico triunfo de Parasite ("Parásitos") en los Oscar 2020: se llevó cuatro galardones, incluyendo el de mejor película.
Pese a que el éxito de su última película lo catapultó a la fama internacional, Bong, de 50 años, lleva una trayectoria de más de dos décadas en el arte cinematográfico y no todas escondido en las pantallas del lejano oriente.
Desde comienzos de los 2000, empezó a proyectarse internacionalmente, ganando crítica favorable y acumulando premios en festivales fuera de su país, en los que ahora es frecuentemente un respetado miembro del jurado.
Con "Parasite", son siete los largometrajes que ha dirigido.
Estilo
Este cineasta -que alterna o combina las tareas de productor, director y guionista- es conocido por sus temas políticos, humor negro y largas secuencias que incorporan múltiple actividad en la escena.
Combina géneros de ciencia ficción, destrucción apocalíptica, crítica social y comedia.
Desde un punto de vista estético, se inclina por colores intensos y saturados en la pantalla.
También le gusta jugar con cambios de ritmo y estados de ánimo. Por ejemplo, si un evento está sucediendo en primer plano, en el fondo ocurre otra cosa que divierte al público.
No obstante, no deja de salpicar sus mensajes en sus producciones. "Me gusta enterrar mis comentarios políticos y sociales aquí y allá dentro de un filme", lo cita el sitio especializado IMDb.
Sus películas tienden a abordar la polarización de la sociedad, ya sea por clase, casta o jerarquía.
Sus opiniones políticas le llevaron a estar incluido en la lista secreta de artistas vetados por el anterior gobierno conservador de Corea del Sur, presidido por la ahora destituida Park Geun-hye.
La lista incluía miles de artistas y formó parte de una trama de corrupción en el seno del Ejecutivo que llevó a que Park fuera condenada a 24 años de cárcel.
Sociología y cine
Nacido en la ciudad surcoreana de Daegu en 1969, Bong estudió primero sociología en la Universidad de Yonsei, donde formó un club de cine con otros estudiantes llamado la Puerta Amarilla e hizo sus primeros ensayos fílmicos.
En los años 90, completó un programa de dos años en la Academia de Artes de Cine de Corea, produciendo varios cortos en 16 mm y colaboraciones con sus compañeros de estudio.
Tras trabajar en varios proyectos en diferentes roles, desde guionista hasta director de iluminación, Bong lanzó su primer largometraje en 2000, "Perros que ladran nunca muerden", sobre un profesor universitario que secuestra el perro de un vecino.
A pesar de participar en algunos festivales internacionales, la película no tuvo un impacto inmediato.
Fue con su segunda cinta, "Memorias de un asesino", con la que Bong Joon-ho empezó a perfilarse como un director con gran potencial.
Este filme, lanzado en 2003, es una adaptación de una obra teatral basada en la historia real de un asesino en serie que aterrorizó una aldea rural, un tema que lo obsesionó, dice, ya que los casos no habían sido resueltos.
La cinta tuvo una gran recepción de crítica y público a nivel local, y concursó en el festival de cine de San Sebastián, donde obtuvo tres galardones incluyendo el de mejor director. Esto impulsó su elogioso lanzamiento en Europa y Estados Unidos.
Curiosamente, cuando estaba siendo elogiado y premiado por su actual filme Parasite, a Bong le llegó la información que un asesino ya condenado finalmente había confesado los crímenes mostrados en la película.
Cineasta y jurado
Su primer gran éxito de taquilla, sin embargo, fue con la película de ciencia ficción The Host ("El huésped"), en la que un monstruo emerge del río Han, en Seúl, aterrorizando a la población.
The Host, una producción de alto presupuesto con complicados efectos especiales, representó un salto cuántico en la carrera de Bong.
Fue recibida cono euforia en el Festival de Cannes de 2006, estableció un récord de taquilla en Corea del Sur y se vendió rápidamente alrededor del mundo. Incluso Universal Studios compró los derechos para una versión en inglés.
Para 2011, Bong ya era reconocido en círculos internacionales.
Ese año fue invitado a integrar el jurado del Festival de Cine Independiente de Sundance y la sección Caméra d'Or del Festival de Cannes. Dos años más tarde fue jurado en el Festival Internacional de Cine de Edimburgo.
En 2013, Bong lanzó su primera película en inglés, Snowpiercer ("El expreso del miedo"), otra ficción futurista en la que un experimento para revertir el cambio climático fracasa y extermina toda vida en el planeta, con la excepción de los pocos que abordaron un tren especial que viaja por el mundo.
La película inauguró varios festivales internacionales y tuvo éxito de público tanto en Corea del Sur como en el resto del mundo. Recibió además sendos premios y fue incluida en algunas listas de los 10 mejores filmes de 2014.
En 2017, lanzó una coproducción sobre una joven niña que arriesga todo para evitar que una poderosa multinacional secuestre a su mejor amiga, una bestia fantástica con el nombre titular de "Okja".
La película, hablada en inglés, coreano y español fue otro gran éxito para el director, a pesar de la polémica que generó en el Festival de Cannes porque había sido producida por Netflix.
Y, luego, llegó "Parasite", que en la noche del domingo, hizo historia en Hollywood, al ser la primera cinta de habla no inglesa en recibir el Oscar de mejor película, además de otros tres al mejor director, mejor guion original y mejor filme internacional.
Tal vez no debió haber sido una gran sorpresa, después de todos los premios, honores y menciones que ha recibido por el mundo. Según los últimos cálculos, incluyendo los Oscar, la película ha sido nominada para 299 galardones y ganado 180.