"Simplemente me sentía aislado. Los otros niños siempre estaban avanzando y yo estaba atrapado escribiendo las mismas líneas una y otra vez".
El artista callejero Navinder Nangla ha estado causando sensación en el mundo de la moda con su trabajo, que ha llegado hasta los centros de diseño de Londres, París y Seúl.
Aunque ahora ha sido acogido por firmas como Gucci y Converse, el camino hacia el reconocimiento no ha sido fácil, debido a sus problemas con la dislexia.
El joven de 27 años, conocido como Nav, pasó muchos años de su infancia con dislexia no diagnosticada y siente que esto le causó retraso en la escuela.
"Pensaba que era bastante vergonzoso", dice, mientras recuerda cómo en la escuela tenía que sentarse con un miembro del personal en clase.
"Sentía que no se me permitía participar adecuadamente en la escuela".
Con sus antecedentes del sur de Asia, Nav cree que la demora en su diagnóstico se debió al estigma que rodea a las dificultades de aprendizaje en su comunidad.
"A los padres de piel oscura no les gusta admitir que su hijo tiene dislexia, por lo que ni siquiera les dejan hacerles la prueba".
No fue hasta que Nav, de Northamptonshire, Ingalterra, comenzó la escuela secundaria cuando un maestro lo animó a hacer una prueba de dislexia, gracuas a la cual fue diagnosticado.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido describe la dislexia como una dificultad de aprendizaje común que causa principalmente problemas con la lectura, la escritura y la ortografía.
Se estima que hasta 1 de cada 10 personas en el Reino Unido tiene algún grado de dislexia.
Nav dice que convirtió su vulnerabilidad en poder y comenzó a expresarse a través del arte cuando era niño.
"Al crecer, no teníamos mucho. Siempre nos enseñaron a hacer algo de la nada", cuenta.
"Mi hermano y yo teníamos que ser creativos para que las cosas funcionaran. Usé tiza y pintura en aerosol para hacer porterías de fútbol. Usábamos cartones de la fruta como bates para el críquet".
"La moda es mi pasión"
Nav describe el arte como una forma de expresión. Cree que no hay limitaciones y por eso ha elegido canalizar su dislexia en su trabajo.
"Solo estaba haciendo arte, sin llegar a ningún lado, sin dinero ni nada por el estilo".
Su trabajo puede verse, por ejemplo, en el barrio de Soho en Londres, donde Nav ha dejado su huella a través de sus etiquetas de arte callejero.
Pero su obra más notable se volvió global durante la Semana de la Moda de París el año pasado.
Allí dejó estampados artísticos que decían "Fassion is my Pashion" y "Fassion weak", que rápidamente atrajeron la atención de personas influyentes y celebridades como la actriz Lily Collins y la diseñadora Michèle Lamy.
El éxito de Nav en París lo llevó a ser parte de Create Next de Converse, que presenta 20 talentos creativos emergentes, y fue invitado a Corea del Sur como parte de la campaña.
Más recientemente, Gucci reconoció su "talento rebelde" y presentó a Nav en una campaña colaborativa con la marca de moda urbana contemporánea Hypebeast.
"No puedo creerlo", dice, y agrega que todo parece un sueño lejano.
La gente ahora incluso ha comenzado a hacerse tatuajes de su obra más característica, cuenta.
"Es una locura hacia dónde va el arte. Estampé las calles, y ahora la gente está estampando su piel con mi arte".
En cuanto a los objetivos futuros, Nav cree que esto es solo el comienzo.
Quiere seguir abrazando su dislexia en su trabajo. Señala que "solía tratar de ocultarlo, pero ahora lo que pienso es 'este soy yo'".
Algún día quisiera abrir talleres creativos para niños con problemas similares a los suyos y ver su trabajo en las galerías de arte más importantes.
Darle una vida mejor a su familia es una de sus prioridades principales, dice, y agrega que "realmente quiero que mi madre deje de trabajar en McDonalds".
Sin embargo, en última instancia, afirma que no se trata de dinero o marcas, sino de poder hacer lo que amas.
"El mejor tipo de moneda es la felicidad y hacer algo que amas y ser libre".
"Eso es lo que hace el arte, te deja ser libre", añade.