El error burocrático por el que se acabó incinerando una antigua, rara y valiosa colección botánica
Empezó como un intercambio académico como cualquier otro.
Con la intención de ayudar a los investigadores del herbario de Queensland, en Australia, a identificar el raro espécimen de una planta, el Museo Nacional de Historia Natural en París les envió a sus colegas un muestrario.
La caja, cuidadosamente embalada, contenía especímenes de unas raras margaritas de hace 150 años.
Sin embargo este delicado cargamento nunca llegó a destino.
En realidad, llegar, lo que se dice llegar, llegó. Pero cuando la encomienda ingresó en la aduana, las autoridades de bioseguridad del país la incineraron, debido a que los documentos que la acompañaban no habían sido rellenados correctamente.
Según un portavoz del Departamento de Agricultura, el envío no indicaba el valor intrínseco de los especímenes, la nomenclatura botánica y no especificaba si las plantas estaban preservadas o no.
La oficina admitió haber destruido el paquete prematuramente pero enfatizó la importancia de respetar las condiciones de importación del país.
Las autoridades australianas de cuarentena ordenaron una investigación para esclarecer el incidente, que tuvo lugar en marzo.
Dos veces en pocas semanas
Australia tiene una de las leyes de seguridad fronteriza más estrictas del mundo.
Estas medidas están destinadas a proteger el ecosistema de pestes y enfermedades exóticas.
Además, las especies invasoras representan un peligro para las exportaciones agrícolas de Australia, valuadas en más de US$33.000 millones anuales.
Desafortunadamente, el incidente de las margaritas no es un caso aislado.
Hace unas semanas, ocurrió algo similar, cuando un herbario de Nueva Zelanda envió muestras de musgo a una institución en Canberra.
El herbario de Nueva Zelanda prohibió desde entonces cualquier envío a Australia.
Gran pérdida
Según explicó Michelle Waycott, director del Consejo de los Herbarios de Australasia, el museo francés se molestó tras enterarse de la destrucción de esta "colección irremplazable".
Estas flores podrían haber venido de un hábitat que ya no existe, aseguró Waycott.
"A veces estas colecciones pueden ser los últimos ejemplos de una especie", le dijo a la BBC.
"No creo que haya sido el caso en esta instancia, pero ciertamente tenían un gran valor, sobre todo porque fueron recogidas hace tanto tiempo".