La "Obra maestra de Aristóteles completada en dos partes, el primero que contiene los secretos de la generación", se publicó en Londres en 1684.
Pero, debido a su escandaloso contenido, no fue hasta la década de 1960 que dejó de comercializarse de forma clandestina, pues los libreros temían violar las leyes contra la obscenidad.
Y es que, a pesar de que el título no lo deja claro, "La Obra maestra de Aristóteles..." es un manual de sexo, secreto y muy peculiar, pero también salpicado de romance, al estilo de la época.
"Sin duda, la unión de corazones en santo matrimonio es, de todas las condiciones, la más feliz, porque entonces un hombre tiene un segundo yo con quien puede desentrañar sus pensamientos, así como una dulce compañera en su labor", se lee en el mismo.
Y el autor -cuyo nombre no conocemos pues pretendió ser el filósofo Aristóteles- ofrece además un consejo puntual "para ambos sexos" sobre "el acto de copulación":
"Aconsejo, antes de que comiencen sus abrazos conyugales, vigorizar sus deseos mutuos y hacer que sus llamas ardan con un ardor más feroz valiéndose de esas formas adorables que el amor puede enseñar mejor de lo que yo puedo escribir".
"Y cuando hayan hecho lo que la naturaleza puede requerir, un hombre debe cuidarse de no separarse demasiado pronto de los abrazos de su esposa".
¡No está mal! ¿Cierto?
Entonces, ¿por qué el veto?
Aunque el mero hecho de hablar del acto sexual era -y sigue siendo hasta cierto punto- tabú, no eran este tipo de recomendaciones las que más escandalizaron a los lectores.
Las razones para la prohibición fueron varias, explica Jim Spencer, tasador de libros y manuscritos de la casa de subastas inglesa Hansons, que pondrá bajo el martillo una copia de 1720 que encontró recientemente.
Una de ellas, señala, es que "incluye ilustraciones de 'monstruos' que 'son engendrados por la cópula antinatural de mujeres con bestias'".
Son varias las imágenes de criaturas, como un monstruo que supuestamente nació en Italia en 1512.
"Recordemos que el libro fue escrito cuando todavía quemaban mujeres por brujería en Inglaterra", subraya Spencer.
Y muchos de los consejos de este falso Aristóteles también son claramente de su época.
Ten cuidado con lo que te imaginas
Para ese entonces se daba por hecho que la apariencia de un niño dependía completamente de la imaginación de su madre.
Y el libro dice que "si las mujeres miran los cuerpos mal formados, la fuerza de la imaginación podría producir un niño con un labio peludo, boca torcida o grandes labios grasosos".
Por ello, uno de sus consejos es que durante el acto sexual, las mujeres deben "mirar seriamente al hombre y fijar su mente en él".
Así el niño se parecerá a su padre.
Aunque esto sólo funciona si el padre no tiene los labios carnosos, peludos o torcidos...
Elige bien tus alimentos
Los hombres que deseen "hacer que sus semillas sean abundantes" deben centrar su dieta en una combinación de tubérculos y pájaros cantores, es otra recomendación del pseudo Aristóteles.
Una larga lista de alimentos recomendados para mejorar la función sexual de los hombres incluye huevos, gorriones, mirlos, pargos, zorzales, perdices, chirivías, pichones, jengibre y nabos.
Las mujeres, que como género corren el riesgo de la indulgencia sexual deben evitar comer "cosas duras y grasas y especias" porque tales alimentos hacen que el cuerpo se caliente más.
Otra solución es que la doncella simplemente se case, y cuando su deseo sexual es satisfecho con "el disfrute de sus maridos, se vuelven más alegres y vivaces".
Emplea la selección de género
¿Quieres una niña? Entonces, recomienda el libro, después del acto sexual la futura madre debe acostarse a su izquierda. Para un niño, ella debería acostarse a su derecha.
Por otro lado, "el momento más propicio para la procreación de los niños es cuando el Sol está en Leo y la Luna en Virgo, Escorpio o Sagitario".
Para engendrar a una niña, el libro dice que "el mejor momento es cuando la Luna esté menguante, en Libra o Acuario".
Busca una pareja de tu edad
"Otro error en el matrimonio es la inequidad de años en las partes que se casan", declara el manual.
Se refiere a hombre jóvenes que, para engrosar sus fortunas, "se casan con mujeres lo suficientemente mayores como para ser sus abuelas".
Entre esas parejas, "los celos y descontento son las únicas bendiciones en la cama, siendo imposible tener hijos".
"Se puede decir algo similar cuando un anciano cariñoso se casa con una joven virgen en la flor de su juventud y vigor, a la que vanamente trata de agradar, lo que lo lleva a su tumba", afirma el manual.
Pero si hay algún consejo que demuestra claramente que estamos hablando de un libro de más de 300 años, es el que tiene que ver con las relaciones de género.
El libro habla de hombres que son "la maravilla del mundo, a quien todas las cosas están subordinadas" y dice que "su simiente debe ser vista como un don divino abundantemente dotado de espíritu vital".
En otras palabras, les recomienda a las mujeres que se asuman como el "segundo yo" de su hombre.
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