Las escarpadas montañas de la Isla de Java, en Indonesia, se caracterizan por el exuberante manto de vegetación que cubre sus laderas.
Es un paisaje colorido y sonoro. Miles de pájaros cantores le dan a esta isla salpicada de volcanes una singular melodía.
Pero estas voces se están apagando rápidamente por una obsesión nacional: las competencias de aves cantoras que se llevan a cabo en el país.
Para evitar la extinción de las aves perseguidas por su bello canto, ecologistas han recurrido a una medida radical. Encerrarlas.
Aves en crisis
En un aviario de alta seguridad, la periodista de la BBC Victoria Gill observa detenidamente a una urraca colicorta (Cissa thalassinade) de pico naranja brillante y plumaje verde esmeralda.
Nadie ha visto una en su hábitat natural desde hace varios años. Se cree que solo quedan unas 50. Y se ha vuelto un emblema de lo que conservacionistas llaman la "crisis de las aves cantoras".
Indonesia cuenta con cerca de 50 especies de aves cantoras nativas. Eran comunes en el pasado.
Ahora, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su sigla en inglés), están amenazadas de extinción.
La desaparición de estas aves se debe a que muchas de ellas son atrapadas para venderlas en mercados. Son un símbolo de estatus. Tener un pájaro enjaulado es también una oportunidad de ganar premios valuados en decenas de miles de dólares en competencias nacionales de canto de aves.
Más puntaje
El mercado Pramuka en la capital, Jakarta, es el mercado de animales silvestres más grande de Asia y posiblemente del mundo. Tiene varios pisos repletos de jaulas apiladas.
De acuerdo a un estudio publicado por Traffic, una organización dedicada a combatir el tráfico de animales silvestres, en 2015, 20.000 aves se encontraban a la venta en un solo día en tres mercados de aves de Jakarta.
La mayoría de estas aves había sido atrapada en la naturaleza. Muchas eran especies protegidas, cuya venta es ilegal en el país.
Una vez que las atrapan y las enjaulan, aves como la urraca colicorta "pierden su color verde y se tornan azules", le explica a la BBC Anais Tritto, directora del Centro de Reproducción y Conservación Cikanaga.
Pierden su color verde brillante ?que obtienen comiendo insectos verdes que contienen un pigmento amarillo llamado luteína? porque solo comen alimentos comerciales.
Estas aves son muy preciadas. "Las usan como aves maestras, porque tienen un repertorio de canciones muy complejas", señala Andrew Owen, del Zoológico de Chester, en Reino Unido.
Como cada individuo trata de superar al otro, eligen sonidos nuevos y crean nuevas canciones que les garantizan un puntaje más alto en las competencia.
Competencias
"En Java, para ser un verdadero hombre, hay que tener una casa, una esposa, caballos ?o un medio de transporte?, un arma y un pájaro", le cuenta a la BBC Tony Sumampau, un empresario que, junto a la asociación de reproducción de aves, se propone no acabar con esta tradición enraizada en los indonesios, pero sí cambiarla.
Para él, lo que hay que hacer es alentar a los vendedores a criar en cautiverio las aves que la gente quierea fin de proveer a los mercados de forma sustentable y preservar las aves en su entorno natural.
Mientras tanto, los espacios cada vez más reducidos en los bosques de Java siguen siendo peligrosos para las aves. Por ello, las reservas donde las aves están encerradas aún no pueden liberarlas.
Por ahora, el único lugar a donde pueden regresar es el parque privado de Sumampau, donde hay una extensa zona de bosque.
Allí, por ejemplo, se han liberado 15 ejemplares de estorninos alinegros criados en un santuario.
En este parque tienen suficiente espacio y árboles para anidar, alimentarse y reproducirse. Hasta ahora, las aves no han sido atrapadas por cazadores.
Generaciones futuras
En Cikanaga, el equipo espera que los niños en Java se conviertan en los futuros custodios de su ambiente.
Ade Imansyah, educador del centro, visita regularmente escuelas locales en comunidades campesinas para enseñarles a los niños sobre la importancia de cuidar la vida silvestre.
Los pájaros, les dice a los chicos, no son solamente cantores bonitos con plumas . Son también quienes se encargan de proteger a los cultivos de las pestes, ya que se alimentan de insectos que comen los plantas.
"Espero que entiendan los beneficios de los animales y aves silvestres para ellos, para sus padres, para su agricultura", dice Imansyah.
Si estos programas resultan exitosos, se podría empezar a liberar a las aves sin temor a que las atrapen y las montañas de Java podrán recuperar sus sonidos tan característicos.