Los hackers de videojuegos que hacen trampa y les arruinan la diversión a los demás
Gran parte de la gracia de cualquier juego -aunque no es la única- es salir vencedor en la contienda.
Sin embargo, para los amantes de los videojuegos, este placer se está empezando a perder por culpa de los hackers.
Según explica el periodista de la BBC especializado en ciberseguridad Joe Tidy, hackers en todo el mundo -por lo general adolescentes- ganan miles de dólares creando y vendiendo trampas para videojuegos.
Se trata de un mercado en crecimiento: un sondeo reciente revela que un tercio de los jugadores admite haberlas usado para mejorar su puntuación.
La trampa consiste en alterar la forma del juego para proporcionarle al jugador más habilidades como por ejemplo ver a través de las paredes.
Estos trucos se han vuelto un verdadero problema en las competencias de videojuegos.
Ocupación rentable
Lucas -nombre ficticio- se dedica a crear estos trucos desde hacer varios años.
Se especializa en alterar el juego Rainbox Six Siege, desarrollado por la compañía Ubisoft.
El joven -quien habló en condición de anonimato- maneja sus operaciones desde Holanda.
"La primera vez que creé un truco pensé: 'Es genial, quiero hacer más'. Era solo un afición, pero luego me di cuenta de que podía hacer mucho dinero con esto".
"Es el único trabajo que tengo en ese momento".
Según le explicó a la BBC, con esta actividad gana cerca de US$1.500 por semana. Su base de clientes, agrega, está aumentando.
"Conozco a algunos clientes que usan nuestros productos y están en los rangos más altos (del juego). Y algunos los usan en campeonatos de videojuegos oficiales".
"No condonamos lo que hacen, pero no vamos a decirles que no pueden hacerlo".
Las trampas que crea Lucas aún no han sido detectadas, pero él sabe que si Ubisoft lo descubre, puede ser duramente penalizado por violaciones a los derechos de autor, pero, aún así, continúa haciéndolo y piensa expandir su negocio a otros videojuegos.
No es un peligro remoto: hace pocas semanas, cuatro hackers chinos fueron detenidos por el mismo delito.
Según la policía, habían recaudado cerca de US$140.000 al momento de su arresto.
Pérdida de tiempo
Si bien es cierto que hacer trampa no es nada nuevo, en el pasado, modificar el código de un juego podía perjudicar a un solo jugador o quizás a un grupo de jugadores.
Pero ahora que los juegos están en línea y tienen un alcance global, se han vuelto extremadamente competitivos.
Para muchos jugadores, el hecho de que el hacer trampa se haya extendido arruina completamente la experiencia de jugar.
"Para ellos puede ser divertido, pero los demás no tienen las mismas posibilidades cuando juegan", le dice a la BBC Bamyleaf, una joven que transmite en vivo cuando juega.
"Los juegos pueden durar media hora. Esa es media hora de juego que se ha perdido".
Pero la actividad de los hackers no solo afecta a los jugadores.
Para los desarrolladores de videojuegos, éste es uno de los grandes problemas de la industria.
"Es muy frustrante que la gente que está haciendo trampa esté usando recursos que podrían utilizarse para crear nuevos niveles del juego y mejorarlos", le dice a la BBC Brianna Wu, desarrolladora de videojuegos.
Ubisoft, creador del juego al que se dedica a modificar Lucas, dice que está comprometido a lidiar con este problema y que usa una variedad de herramientas para detectar a los tramposos.
Recientemente, los creadores de Pokémon Go lograron cerrar a una empresa de trampas presentando una demanda por robo de propiedad intelectual.
Pero controlar a esta creciente industria es complicado.
Las trampas se venden en foros encriptados, en plataformas como Discord. La BBC tuvo acceso a cuatro comunidades separadas en este plataforma, cada una con cientos de miembros.
Estas están muy bien organizadas y trabajan duro para evitar ser detectadas.